Dejando de lado que figura en cada revista y marquesina publicitaria, además de ser protagonista de una de las series más seguidas por el público español, ‘Las Chicas del Cable’, Blanca Suárez es una chica corriente y moliente, como tú y como yo.
Y, como a ti y a mí, a la intérprete madrileña le encanta disfrutar del buen comer, de los caprichos y, claro está, venera darse un homenaje de vez en cuando. Ella misma ha reconocido que la pasta «le vuelve loca»; en especial, los espaguetis con albóndigas:
«Un plato de pasta es mil veces mejor que un orgasmo», ha llegado a afirmar.
Pero, como se dice popularmente, «para presumir hay que sufrir»; por eso, la ahora exnovia de Mario Casas tiene claro que hay que encontrar el equilibrio perfecto y cuidarse para lucir tan sensacional como acostumbramos a verla. Suárez ha explicado, a través de sus stories de Instagram, cuáles son los ejercicios que ejecuta asiduamente para mantenerse en buena forma.
Sobre sus hábitos ha hablado en numerosas ocasiones en publicaciones como Vogue:
“Yo antes era muy deportista, en el colegio hacía patinaje artístico. Me encantaba”.
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En la revista ¡Hola! desveló hace unos meses su gran secreto: la práctica de HIIT (High Intensity Interval Training) y, ahora, ha fichado a una de las ‘personal trainers’ más solicitadas por las celebrities, Crys Dyaz -fisioterapeuta, entrenadora personal, experta en nutrición deportiva y creadora de CrysDyaz&Co-, a quien ya conocíamos a través de Laura Escanes o Carla Pereyra. Ha sido ella quien ha publicado unas imágenes con varios ejercicios con los que la artista está muy familiarizada.
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Con descansos de unos 20 segundos, Blanca ejecutó 6 series de 40 segundos por ejercicio; esto supuso un tiempo total de, aproximadamente, 36 minutos trabajando su cuerpo a alta intensidad.
En primer lugar, utilizó las ‘sogas de combate’ para tonificar los brazos. Posteriormente, se dispuso a saltar a la comba y, en tercer lugar, dedica unos minutos a las dorsales y al salto lateral de banco.
Para los glúteos y las piernas, desarrolla una sentadilla isométrica con la espalda apoyada en la pared; todo ello, dificultado con una pesa sobre las piernas. Tampoco dejó de lado el ‘mix’ escalador + balón medicinal, lo cual incrementó notablemente la exigencia del entreno.
«Acabé tan derrotada después de seis rondas de esto (que desde fuera parece un paseo mañanero, pero literalmente quedé muerta en vida) que merece la pena compartirlo», admite.