El director de 'Es la Mañana de Federico' (esRadio) le da para el pelo a la expareja de la veterana periodista

Losantos sentencia al «pájaro» Bigote Arrocet por su plantón a la «ciega» María Teresa Campos

"El humorista se escabulló astutamente por una salida lateral de la estación, huyendo por los andenes como El Lute"

Losantos sentencia al "pájaro" Bigote Arrocet por su plantón a la "ciega" María Teresa Campos
Losantos carga contra el humorista Arrocet, aunque tampoco ahorra críticas suavizadas cuando afea la ceguera de Campos.

Federico Jiménez Losantos vuelve a estar con sus lectores de ‘La Otra Crónica‘ de El Mundo y este 11 de enero de 2020 habla largo y tendido sobre la gran ruptura que está polarizando la actualidad del corazoneo patrio, la de Bigote Arrocet y María Teresa Campos. Denuncia el director de ‘Es la Mañana de Federico‘ (esRadio) el rastrero comportamiento del humorista al dejar plantada sin explicación alguna a la que ha sido su pareja durante los últimos seis años:

Ni siquiera piticlín, un mísero whatsapp .La portada de ¡Hola! se engalana con una soberbia fotografía de lo que en el mundo del corazón se llama “una paloma herida”, es decir, una señora a la que acaba de dejar un fulano por sorpresa o a traición. La paloma, que parece la madre imponente de la telenovela mexicana La Doña, es nada menos que María Teresa Campos, y el pichón volador es –ha sido, porque quizás ya siempre será pasado- Bigote Arrocet, en la intimidad–, Edmundo.

Losantos recuerda que a la periodista ya le habían advertido sobre el espíritu libre de Arrocet:

Salvo algún olvidado superviviento o viceverso, no se recuerda un “ahí te quedas” por WhatsApp, que, para colmo, arranca así: “Soy un pájaro libre…”. Que Bigote era un pájaro ya se lo dijo mucha gente a María Teresa cuando empezaron su relación, pero como el amor es ciego y no tiene la humildad de recurrir a la ONCE, se ha tenido que enterar por el móvil. Y sin piticlín.

Y cuenta como cuando la matriarca de los Campos se plantó en la estación para pedirle cuenta a la que ya es su expareja, este optó por escabullirse como un cobarde de campeonato:

Tras leer el mensaje del verdugo de sus amores, María Teresa, que es todo un carácter, lamentó primero amargamente su credulidad: “nunca pensé que no me quería”, frase para enmarcar en la Historia del Desengaño. Pero luego pensó lo que pensó y se plantó en el AVE que lo traía a Madrid, para echárselo a la cara y pedirle las explicaciones que no le quería dar. Pero él no apareció en el andén. Se dijo o se supuso que no viajaba en ese tren. En realidad, según hemos sabido después, sí llegó, y se escabulló astutamente por una salida lateral de la estación, huyendo por los andenes “como El Lute cuando era El Lute”, en la emotiva y delictiva evocación de Sabina. El planeta del corazón duda si Bigote espera el piticlín de Sálvame Deluxe o el piticlín de la exclusiva en una revista. Y luego, claro, el otro piticlín.

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Autor

Juan Velarde

Delegado de la filial de Periodista Digital en el Archipiélago, Canarias8. Actualmente es redactor en Madrid en Periodista Digital.

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