Kim Kardashian ha vuelto a dejar estupefactos a sus seguidores al publicar un vídeo en su cuenta de Instagram con un corsé ceñidísimo con el que luce una cintura mínima. Lo cierto es que la empresaria tiene unas curvas muy acentuadas que no duda en resaltar haciendo uso de fajas y corsés.
La imagen ha recibido multitud de críticas ya que Kim tiene millones de seguidores en todo el mundo y puede influir sobre ellos con este tipo de artilugios que llevan a cánones inalcanzables que contemplan grandes riesgos para la salud.
«Acabo de encontrar esto en mi teléfono de mi viaje especial a Londres el pasado año para conocer Mr Pearl. Me puse un corsé como este para el Met Ball para mi look de Thierry Mugler, pero el corsé se me perdió esa noche. Y tanto lo quería guardado en mi colección que volé a Londres para conseguir otro», ha explicado en la publicación.
Ya el año pasado, en la Gala del MET, fue el centro de atención al llevar un vestido con el que dejaba ver una cintura diminuta. Tiempo después la propia empresaria descubrió que detrás de la sonrisa que mostraba en las fotos de la gala se escondía un gran dolor. Según confesó a la revista WSJ, «Nunca había sentido un dolor así en mi vida». Además aseguró que aquel diseño le había generado marcas en el torso.
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