SE APAGA EL CIENTÍFICO QUE TRANSFORMÓ LA GENÉTICA

Muere a los 97 años James Watson, el premio Nobel despojado de sus títulos por reiterar que los negros son menos inteligentes que los blancos

El biólogo estadounidense James Watson, codescubridor de la doble hélice del ADN y figura fundamental de la biología moderna, ha fallecido a los 97 años tras una vida llena de logros y controversias.

James Watson
James Watson. PD

Con el fallecimiento de James Watson a los 97 años en East Northport, Long Island, se extingue una de las figuras más brillantes y, al mismo tiempo, más controvertidas del ámbito científico.

Junto a Francis Crick, Watson descifró en 1953 la estructura del ADN, lo que marcó el inicio de una nueva era en la genética.

Sin embargo, su legado se ha visto ensombrecido en los últimos años debido a sus declaraciones racistas, que le llevaron al ostracismo y a la pérdida de todos sus títulos honoríficos.

La muerte ocurrió en un hospicio donde fue ingresado días antes para tratar una infección, según han confirmado tanto su familia como el Laboratorio Cold Spring Harbor, institución con la que tuvo una relación tanto productiva como conflictiva.

Esta noticia ha impactado tanto a la comunidad científica global como a la opinión pública, que recuerda a Watson por sus contribuciones monumentales a la biología y por sus controvertidas opiniones que chocan con los valores actuales.

El creador de la doble hélice

James Dewey Watson nació en Chicago el 6 de abril de 1928. Proveniente de una familia de clase media, su notable inteligencia le permitió graduarse en zoología en la Universidad de Chicago con solo 19 años. Tras obtener su doctorado en biología en la Universidad de Indiana, su trayectoria dio un giro significativo al unirse a la Universidad de Cambridge con apenas 24 años. Allí coincidió con Francis Crick y fue en ese ambiente intelectual lleno de rivalidades donde ambos lograron un hito: descifrar la estructura helicoidal del ácido desoxirribonucleico, conocido como ADN.

Este descubrimiento revolucionario se basó en datos experimentales aportados por la cristalógrafa Rosalind Franklin y el biofísico Maurice Wilkins. Cambió para siempre el campo de la biología. Por este logro, Watson, Crick y Wilkins fueron galardonados con el Premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1962. Esta revelación no solo permitió comprender cómo se almacena y transmite la información genética; también sentó las bases para una revolución biotecnológica que abarca desde la ingeniería genética hasta la medicina personalizada.

Un científico controvertido e iconoclasta

Watson nunca fue un personaje sencillo. Su libro La doble hélice (1968) generó intensas reacciones debido a su visión cruda del entorno científico de su época y por no reconocer adecuadamente las contribuciones clave de colaboradores como Rosalind Franklin. Algunos consideran sus memorias como una obra literaria pionera; otros, como Maurice Wilkins y el propio Crick, lo vieron como una traición al espíritu colaborativo que debería regir en ciencia.

A lo largo de su carrera ocupó posiciones relevantes. En 1968 asumió el liderazgo del laboratorio Cold Spring Harbor y lo transformó en uno de los centros más prestigiosos para la investigación genética a nivel mundial. En 1990 fue nombrado primer director del Proyecto Genoma Humano, un esfuerzo internacional que logró secuenciar el genoma humano en 2003. Sin embargo, su carácter indomable le llevó a dimitir cuando los Institutos Nacionales de Salud intentaron patentar fragmentos de ADN, algo que él consideraba moralmente inaceptable.

Caída por racismo científico

El final del recorrido público de Watson estuvo marcado por sus reiteradas manifestaciones racistas y sexistas. En 2007, sus comentarios al Times de Londres sobre supuestas diferencias intelectuales entre razas generaron un clamor global indignado. Fue obligado a dimitir de todos sus cargos por parte del laboratorio Cold Spring Harbor y en 2018 se le retiraron todos los títulos honorarios; un hecho sin precedentes para esta institución.

Estas opiniones fueron condenadas unánimemente tanto por colegas científicos como por antiguos colaboradores, ensombreciendo así una carrera que había sido ejemplar durante muchas décadas. La controversia no solo giró alrededor del tema racial; también recibió críticas por comentarios misóginos y actitudes paternalistas. No obstante, algunas científicas como Nancy Hopkins del MIT reconocieron públicamente que él fue un valioso apoyo para ellas durante momentos difíciles.

Legado complicado: entre admiración y censura

La figura de Watson deja tras sí un legado profundo pero ambivalente. Sus colegas destacan su genialidad, su capacidad para plantear preguntas audaces y su papel crucial en el nacimiento de la biología molecular. Desde el Laboratorio Cold Spring Harbor se ha resaltado su «pasión por educar científicamente» y su esfuerzo por convertir esta institución en un referente mundial. Sin embargo, es esencial recordar que ningún avance científico puede justificar actitudes discriminatorias o prejuicios.

Nancy Hopkins expresó: «Jim nos apoyó enormemente a mí y a otras mujeres. Es algo difícil de entender». Para muchos esta contradicción resume el carácter complejo de un hombre capaz no solo de revolucionar la ciencia sino también de decepcionar profundamente a quienes creían firmemente en valores universales como igualdad y respeto.

Hitos destacados

  • Nacimiento: 6 abril 1928, Chicago, Estados Unidos.
  • Formación: Licenciado en zoología (Universidad Chicago – 1947); doctorado (Universidad Indiana – 1950).
  • Descubrimiento clave: Estructura doble hélice del ADN (1953) junto a Francis Crick.
  • Reconocimientos: Nobel Fisiología o Medicina (1962); Medalla Presidencial de Libertad; Medalla Nacional Ciencia.
  • Liderazgo institucional: Director laboratorio Cold Spring Harbor (1968-2007); primer líder Proyecto Genoma Humano (1990-1992).
  • Obras principales: La doble hélice (1968), Genes, girls and gamow (2002), Avoid boring people (2007).
  • Vida personal: Casado con dos hijos.
  • Controversias: Comentarios racistas y sexistas que llevaron a perder todos sus títulos desde 2007.

Despedida y actos conmemorativos

A medida que se esperan detalles sobre el funeral y posibles actos conmemorativos, la comunidad científica internacional se prepara para rendir homenaje a uno de los personajes más influyentes pero también más polémicos del siglo XX. El laboratorio Cold Spring Harbor ha anunciado una jornada dedicada a reflexionar sobre el impacto científico y legado ético dejado por Watson. Como bien dijo un colega: «su genio transformó la ciencia; sus ideas retrógradas nos recuerdan que ningún avance puede justificar la intolerancia».

La sombra que proyecta Watson es tan extensa como esa doble hélice que lo inmortalizó. La historia tanto de la genética como de nuestra humanidad no podrá escribirse sin incluir su nombre ni sin recordar las lecciones derivadas de sus errores.

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