Es uno de los trucos más viejos del espionaje mundial. Y el tipo pico como un pardillo.
Según un archivo publicado por Wikileaks, Abd Al-Rahim Abdul Raza Janko estudiaba la ley islámica en los Emiratos Árabes Unidos (EAU) cuando fue invitado por el Príncipe Fisal Sudid Qasmi a pasar el rato con sus amigos de la universidad en un hotel local.
Cuando llegó, una fiesta sexual ya estaba en marcha y rápidamente se unió. Semanas más tarde, Qasmi amenazó a Janko con enviar una cinta de vídeo de la fiesta a una estación de televisión o a su familia si no espiaba para los EAU.
Como relata Wired –Did a Sex Tape Create an al-Qaida Spy?– acabó rumbo a Afganistán en 2000 para espiar a Al Qaeda.