La adicción afecta ya al 8% de la población

Se disparan en España los adictos al sexo, sobre todo entre internautas

La causa radicaría en el 'cibersexo', que afecta prácticamente por igual a ambos sexos

El estrés y la baja tolerancia a la frustración también pueden llevar a desarrollar esta adicción

La adicción al sexo, una conducta sin control sobre el comportamiento sexual que genera dependencia y abstinencia, afecta a entre el 6 y el 8% de la población, un porcentaje que va en aumento como consecuencia de las nuevas tecnologías.

Según un estudio  realizado por el Servicio de Psiquiatría de USP Dexeus, la adicción al sexo se da más en los hombres (85%) que en las mujeres (15%), que optan menos por el sexo anónimo y la pornografía.

No obstante, en relación al cibersexo (sexo virtual), no hay tanta diferencia de porcentaje por géneros, aunque el hombre afirma satisfacerse más a través de impulsos físicos, y para él, el amor y el sexo son experiencias distintas.

El jefe del Servicio de Psiquiatría y Psicología de USP Dexeus y experto en adicción al sexo, el doctor Josep Maria Farré, asegura que «con las nuevas tecnologías y la era de Internet, la mensajería instantánea y los chats, se han descubierto nuevos casos de personas enganchadas al sexo virtual, pero la tendencia es que se expanda a conductas más mecánicas, breves, sin obligaciones ni responsabilidades»

No hay un perfil de adicto al sexo, pero algunas características que lo identifican son un impulso alto, intenso sentimiento de culpa, autorreproches, negación, minimización y falsa percepción de control y distorsión.

Según apunta el doctor Farré, «las personas con características impulsivas, con control deficiente y búsqueda excesiva de novedades, o con tendencia al fracaso social tienen cierta predisposición».

El estrés y la baja tolerancia a la frustración también pueden llevar a desarrollar esta adicción.

Una vez identificados estos signos de adicción, han de ser aceptados para que se haga el primer paso en el proceso de rehabilitación, señalan los responsables de USP Dexeus.

El tratamiento psicológico se basa en la terapia cognitiva conductual y consiste en el aprendizaje de respuestas de evitación ante situaciones de riesgo (control de los estímulos) y la exposición programada a los señales de peligro con extinción de los deseos de la conducta adictiva.

También se utilizan técnicas de reestructuración y distracción cognitiva, control de señales de estrés y ansiedad, terapia de pareja y terapias individualizada para altos trastornos clínicos o de personalidad.

«Si existen resistencias terapéuticas o de peligro evidente de recaída, protocolizamos la utilización de fármacos potenciadores del efecto de la serotonina en el cerebro y, en casos graves, se puede llegar a considerar adecuada la utilización de fármacos antiandrógenos o similares.

Este último caso no acostumbra a ser necesario y se reserva para conductas peligrosas», puntualiza el experto de USP Dexeus.

Últimamente, se han utilizado fármacos antiepilépticos a dosis medianas para reducir el exceso de impulsividad que podría estar asociado en algunos casos al sexo.

La adicción al sexo -que se ha hecho populares por casos de personajes públicos como el golfista Tiger Woods o el actor David Duchovny, señalan desde USP Dexeus- pertenece al grupo de adicciones comportamentales, no vinculadas a drogas, aunque presenta síndrome de abstinencia.

Así, los adictos tienen comportamientos típicos de las personas enganchadas a drogas, como sería el caso de la irritabilidad, náuseas, insomnio y ansiedad, añaden las mismas fuentes.

 

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