Melissa Satta, pareja sentimental del mediapunta del AC Milan Kevin-Prince Boateng, ha revelado que la razón de las continuas lesiones del ghanés es el elevado número de relaciones sexuales que mantienen semanalmente.
«Tenemos sexo entre siete y diez veces por semana».
La modelo lo ha confesado ‘todo‘ al Sports Illustrated.
El ghanés de 24 años volvió a caer en el último derbi frente a los nerazurri, esta vez con una lesión en el muslo iquierdo que lo dejará fuera de juego durante un mes.
Probablemente se perderá unos siete partidos de liga y la ida de octavos de final de la Champions League frente a los gunners de Wenger.
El equipo milanés ya emitió un parte médico que ahora quiere matizar la modelo italoamericana Melissa Satta, pareja del trequartista nacido en Berlín.
«El motivo por el que siempre está lesionado es porque tenemos mucho sexo, entre siete y diez veces a la semana», reconoció la que fue ex del mítico futbolista Christian Vieri.
Sea cierto o no que ese es el motivo de sus males futbolísticos, la realidad es que Boateng aún no ha encontrado la regularidad en el terreno de juego con el cuadro italiano.
De hecho, a pesar de su juventud, el pasado mes de noviembre anunció que dejaba la selección de Ghana por sus problemas físicos que le impedían estar al cien por cien.
Kevin-Prince, a pesar de que nació en Alemania, disputó 9 partidos con la selección africana, a diferencia de su hermano Jérome, actualmente en el Bayern de Munich, que se decantó por el combinado germano.
Comenzó a dar sus primeros pasos profesionales en el Hertha de Berlín. De ahí pasó a formar parte del Tottenham para después regresar a su país y recalar en las filas del Borussia de Dortmun.Su aventura alemana se acabó en este equipo y volvió a la Premier donde defendió la camiseta del Portsmouth. El club inglés sería su trampolín para volar hasta el Calcio italiano.
Allí, su primer destino fue el Genoa que le cedió al Milán donde, por fin, encontró la estabilidad que tanto ansiaba.
Boateng mostraba un talento prometedor lastrado por su falta de constancia y su irregularidad. No es el primero ni el último futbolista que cumple este patrón.