Los datos cantan: el 76 por ciento de las personas encuestadas dice que ha llegado a practicar sexo con su pareja por el mero objetivo de complacerla.
Desglosando esta cifra, un 15 por ciento asegura hacer el amor siempre por este motivo y sin ningún tipo de interés o apetito personal.
Un 18 por ciento de la población -el del calentón– confiesa hacerlo a menudo, y el restante 43 por ciento afirma haberse encontrado en esta situación tan solo en algunas ocasiones.
Tal y como muestran los resultados del estudio, no es de extrañar que sean muchas las personas que recurren a las excusas con el objetivo de librarse de la práctica del sexo.
El viejo refrán, según el cual el caso es tener salud, porque las ganas de follar llegan solas, no siempre se cumple.
Para la mayoría, el cansancio es el motivo que lidera este ranking de pretextos y justificaciones, seguido del malestar general con un 26 por ciento y de los dolores de cabeza con un 10 por ciento.
El miedo de ser oídos por familiares o vecinos (9 por ciento) y el «me acabo de duchar» (3 por ciento) son otras de las excusas para evitar el sexo según los encuestados.
En este sentido, la causa de esta falta de ganas puede recaer en infinidad de motivos, desde problemas de autoestima hasta falta de atracción sexual o monotonía en las relaciones.
No obstante, algunos de ellos se repiten de forma constante y así lo corroboran los españoles, ya que 6 de cada 10 aseguran que es el ritmo de vida diario la principal razón por la que se pierde el apetito sexual.
Después le siguen la falta de imaginación, según 2 de cada 10 encuestados, y la pérdida del feeling y la pasión hacia la pareja, según 2 de cada 10.
El resto considera que el autoerotismo, así como otros motivos, son los principales culpables.
Hay que ponerse de acuerdo y buscar el momento creando el clima adecuado.
Para mejorar las relaciones de pareja y evitar entrar en este tira y afloja, las asesoras de La Maleta Roja recomiendan:
- – Programar los encuentros sexuales durante todo el día y no focalizarlos en horario nocturno.
- – Mantener viva la llama de la pasión y el misterio con estrategias conocidas por todos pero que solo ponemos en práctica en raras ocasiones. Podéis intentarlo con baños íntimos con pétalos de jabón, masajes sensuales con aceites o incluso con una comida romántica.
- – Dejar los problemas fuera del dormitorio y evitar que el desánimo y el cansancio acumulado de todo el día sea un condicionante y afecte negativamente a la relación.