La casa japonesa Vorze ha presentado el nuevo ‘A10 Cyclone Standalon’, un «electrodoméstico sexual» cuya misión es, además de dar placer a sus usuarios mediante la saludable práctica del onanisno, hacer licuados o frappés.
El armatoste, que ya cuenta con versiones anteriores que no daban para tanto tute, cuesta 300 dólares, y es que además de ser muy práctico y multiusos, cuenta con un dispositivo Bluetooth que ayuda a compartir la configuración de velocidad masturbatoria con otros usuarios conectados.
En el país nipón sus ventas se han disparado, y las existencias se han agotado en muy poco tiempo, habiendo auténticas colas para adquirirlo cuanto antes.
La casa asegura que «cumplirá con todos sus sueños’, y en contra de lo que pueda parecer se vende incluso en casas de cocina, y no sólo en los sex-shops, que para muchos sería lo normal en estos casos.