El escándalo está servido y muchos se tiran de los pelos en el municipio vizcaíno de Munitibar, donde han salido a la luz unas fotografías de una mujer, desnuda, encapuchada y atada con cadenas, dentro de la parroquia.
Según ha publicado ‘antena3.com’, las imágenes se tomaron hace un año y la iglesia solo se abre al culto una vez al mes. José Ángel Uberuaga, el fotógrafo y vecino del pueblo, cogió las llaves de su madre, encargada de las labores de la limpieza, para acceder al templo.
«UNA PASADA»
«Es una pasada, un sacrilegio», ha comentado una de las vecinas del municipio. Mientras que otra se tapa la cara y sentencia que «es una profanación en toda regla». «¿Por dónde han entrado?», se pregunta otra.
Por su parte, Uberuaga asegura que en ningún momento quiso herir la sensibilidad de nadie, pero que no se arrepiente de nada.
«Es un homenaje a la mujer. Me gusta lo explícito. Ir al grano», explica el artista, que además añade que «no me gustan las sutilezas ni las ambigüedades en ningún sentido».
Por su parte, el Obispado no sale de su asombro ante lo que han definido, en un comunicado, como fotografías «sacrílegas», y que «presentan a la mujer de modo humillante, que hieren profundamente la conciencia creyente y causan escándalo».
