Gwyneth Montenegro ha trabajado como prostituta de lujo y dice que no se arrepiente de nada

La mujer que ha tenido sexo con más de 10.000 hombres les levantaba…1.500 € por noche sin despeinarse

El dinero provocó que se enganchara a las drogas y alcohol: "Empezó como una broma, pero la cocaína y el champán son muy adictivos"

Sin tapujos ni moderación. El nuevo libro autobiográfico de la prostituta de lujo Gwyneth Montenegro carece de cualquier elemento que dulcifique una historia llena de excesos y una vida plagada de drogas, despilfarro y, sobretodo, sexo.

Y es que, según afirma la autora australiana de 36 años -prostituta de lujo desde su adolescencia-, se ha acostado de momento con 10.000 hombres que, en su mayoría, ya estaban casados.

MARCADA POR SU INFANCIA

En palabras de Montenegro, el devenir de su vida estuvo marcado por su infancia.

«En la escuela me intimidaban porque era muy tímida, introvertida y tenía muy baja la autoestima. Era un blanco fácil y era la típica chica que nunca pensarías que pudiera llegar a ser trabajadora del sexo»,

afirma la prostituta de lujo en declaraciones recogidas por el ‘Daily Mirror‘.

LA VIOLARON

Esta actitud se agravó cuando perdió su inocencia a manos de varios hombres que la violaron. Sin embargo, todo cambió cuando creció y se dio cuenta de que podía transformar su cuerpo en una herramienta de trabajo.

Deseando ganar dinero, se sintió atraída por los burdeles de lujo, donde comenzó a trabajar desde su adolescencia y donde se acostaba con hombres «conocidos» y de ‘alto standing’, un «90% de ellos casados».

Si alguno de estos notables quería pasar una noche con ella, debía abonar nada menos que 1.500 euros.

«No me siento culpable por haberlo hecho, los hombres no acudirían a mi si recibieran todo el sexo que quieren de sus mujeres. Son hombres y no pueden apagar su deseo biológico, por eso recurren a mis servicios. En una ocasión uno de mis clientes me dijo: «Yo amo a mi esposa, estoy enamorado de ella, pero sólo tengo sexo tres veces al año y soy un hombre que no puede lidiar con eso».

A su vez, viendo que no paraba de trabajar, decidió llevar la cuenta de aquellos sujetos que disfrutaban de sus servicios. Según parece, llenó varios cuadernos pues, a día de hoy, la cifra asciende a 10.091.

COCAÍNA Y CHAMPÁN

Posteriormente, el dinero provocó que se enganchara a las drogas y alcohol.

«Empezó como una broma, pero la cocaína y el champán son muy adictivos. Así se fueron 12 años de mi vida».

Con el paso del tiempo, Montenegro afirma que se dio cuenta de que su vida merecía ser conocida, por lo que escribió un libro que rompiera moldes y hablara de una situación socialmente mal vista, pero real.

 

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