No es una nueva profesión en plan catadora de penes o algo que se le precie, sino más bien una prueba a la que se sometieorn dos dispuestas mujeres para dejar constancia de sus dotes…
Se trataba de ver hasta qué punto podían divinar, tocando penes a destajo, si estos pertenecían a hombres negros o blancos.
Las mujeres se basaron también en la forma de su trasero y abdomen, su olor, y sus brazos.
¿Quien dio en el clavo?