Tuvo el detalle de ponerse una peluca con un flequillazo de cuidado, no fuera a ser que la reconociera algún conocido, aunque no se privó de hacer la loca sin nada de ropa. Y todo porque el novio la había dejado plantada, al parecer para irse con otra.
El mentado, según informan los medios del lugar, era un calvo dado a la juerga y a las mujeres.
La pobre y desesperada chica, deambula sin rumbo por las calles de China como alma en pena para, al final, caer rendida en una acera y llorar desconsoladamente en cuclillas mientras los transeúntes se hacen cruces y contemplan el ‘bisoñé’… aunque no se sabe si el de la cabeza o el que llevaba en sálvese la parte.
Algunos afirman que llevaba una tajada de cuidado.