Con total naturalidad, mientras los comensales hacen como que la cosa no va con ellos. El vídeo, grabado en algún lugar de EEUU, da muestra de hasta qué punto las barbacoas se pueden salir de madre.
La mujer, una morena madura, se pone a cuatro patas mientras uno de los invitados, que se ajusta las gafas para no perder detalle, la azota de vez en cuando para poner más salsa al despropósito.
La deslenguada fémina que graba la escena no para de decir obscenidades, en un alarde de imaginación y quizás para que no digan…