Se encontró el patín tipo zapato en el jardín del hogar familiar, y se puso manos a la obra.
Es una tortuga algo salida que saca su enorme miembro para copular con lo que ella quizás cree es una congénere algo ‘moderna’.
A la pobrecita no le importa el detalle de que no tenga caparazón al estilo clásico, y a pesar de su habitual torpeza para moverse deja bien alto el pabellón.
A falta de pan…