Tiene a la Policía de Suzhou en un sinvivir. Es un perverso chino pajillero que se dedica a robar bragas con alevosas intenciones, y que nunca devuelve las prendas, quizás para no dejar más huellas…
Como puede observare en el perturbador vídeo que acompaña a estas líneas, improvisa sus útiles de robo. Esta vez, se le ve empleando una escoba para hacerse con el ansiado fetiche.
Así, a la vista de cualquiera que pase por la calle, se la restriega con frenesí por sus partes pudendas hasta eyacular, y no contento se las guarda para mejor ocasión.
Viaja en bicicleta, y poco más se sabe hasta el momento.