El vídeo lo debió filmar alguien que estaba más borracho aún que la pareja de marras, aunque quizás le temblaba el pulso debido a la inusual escena callejera que grababa en plan cotilla, en una ciudad cualquiera de Rusia.
El caso es que la mujer se empeña en que su ocasional compañero no solo beba a morro, sino que se baje al pilón, mientras ella se come a bocados una especie de rábano para acto seguido bajarse las bragas, subiéndosele encima pese a que el pobre hombre no está para jotas.
Al final la mujer le pega una patada en el culo, para demostrar quizás que no esta nada contenta con su actuación. Una maleducada de mucho cuidado.