Una familia de armas tomar. La esposa ya estaba con la mosca tras la oreja, y tras un seguimiento de varios días, logró dar con el nidito de amor de su marido y de la amante de turno.
Así, tras avisar a sus iracundos hermanos, echó la puerta abajo del apartamento y los sorprendió en el pecaminoso lecho, desnudos ambos. La zurra fue de espanto.
El infiel, que aparece en las escenas mostrando sus menudeces, poco puede hacer para evitar el envite, o el embiste de su cornuda mujer. La casquivana joven, con el culo al aire, tampoco se libra. Sucedió, como es obvio, en China.