Un frio de cojones y no es un a figura literaria.
La práctica, que se está convirtiendo en tendencia en los centros exquisitos del mundo, se realiza con un vapor que se encuentra a -160 grados, a través de un tanque de nitrógeno líquido en forma de vapor.
Explica ‘The Sun‘ que el repentino descenso de temperatura estimula los receptores de los genitales, lo que implica un mayor flujo sanguíneo en la zona.
Así se produce la liberación de endorfinas y por ello se puede llegar a tener un mayor deseo sexual.
Men And Women Are Freezing Their Genitals To Improve Sexual Performance https://t.co/dytWWrBMM0 pic.twitter.com/EarJ5E7aMN
— AskMen (@AskMen) February 25, 2017
El spa que lo realiza ha explicado que «mientras que la piel sigue sintiendo la congelación, el cuerpo envía señales al cerebro.
Mensajes que dicen que si los tejidos están dañados, hay que repararlos».
Además, ha asegurado que «el aumento del nivel de endorfinas genera que la zona genital esté más juvenil, clara y con mejor aspecto gracias al colágeno».
Una sesión de esta novedosa técnica, que tiene un tiempo de duración de 30 minutos, cuesta 50 libras (unos 58 euros).