Yo sola no puedo cambiar el mundo, pero puedo lanzar piedras al agua para crear surcos
Está por ver que tenga las mismas dotes para ser la mujer más guapa del mundo que para gobernar una ciudad, aunque ésta sea tan pequeña como Gibraltar.
Al menos llama la atención que quien hasta hace unos años se dedicó en cuerpo y alma a certámenes de belleza, ocupe ahora un puesto de responsabilidad. Está claro que a Kaiane López la van a juzgar estrechamente.
Kaine, nacida en Gibraltar en 1986 con el apellido de soltera de Aldorino, fue coronada reina de la belleza en Johanesburgo en 2009, después de haber ganado el título de Miss Gibraltar ese mismo año.
La joven sustituye a Adolfo Canepa, presidente del Parlamento gibraltareño.
Tras ejercer durante algún tiempo y casarse en 2015 con su novio de toda la vida (de ahí el apellido López), en 2014 se vinculó a la político hasta ser elegida alcaldesa de Gibraltar-
Su figura era poco menos que venerada en el Peñón, pues nunca antes una «llanita» había llegado tan lejos en un concurso de este tipo, poniendo el nombre de Gibraltar en el mapa.
Tanto fue así que su recibimiento tras su coronación en Suráfrica fue apoteósica, con multitudes aclamándola por las calles. Hasta entonces se había dedicado al baile, formando parte del grupo Urban Dance Group.
Desde entonces hasta ahora su vida ha dado un giro radical y ahora ha cambiado la corona de la belleza por la vara de mando.
La nueva alcaldesa no ha tardado en colgar en sus redes sociales una cita de uno de sus ejemplos a seguir, la madre Teresa de Calcuta, como declaración de intenciones:
«Yo sola no puedo cambiar el mundo, pero puedo lanzar piedras al agua para crear surcos».