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Las 7 posiciones sexuales que te sirven para cambiar cada día de la semana

La mayoría de las parejas acaban cayendo en un sexo programado con los mismos preliminares y posturas

Las 7 posiciones sexuales que te sirven para cambiar cada día de la semana
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¿Cuándo fue la última vez que probaste algo nuevo?

Con tal de ahorrarse el mal trago de adentrarse en terreno erótico desconocido, la mayoría de las parejas acaban cayendo en un sexo programado por ambas partes: mismos preliminares, las posturas que ya saben que les funcionan y los trucos compartidos para animar el encuentro.

Pues te damos unas pistas sobre posturas que puedes ensayar. Algunas de ellas son especialmente inusuales y requieren de maña, aunque ninguna necesita de una serie de acrobacias y malabares más propias del Circo del Sol que de un encuentro sexual.

Escoge tu preferida y sobre todo, prueba:


Día 1: la mantequilla

Se trata de una posición avanzada en la que ella se acuesta de espaldas con las piernas en el aire y los tobillos al lado de la cabeza de su pareja. Él, en cuclillas, no tiene más que agacharse sobre ella para introducir el pene. El movimiento del hombre es similiar a cómo se hacía antiguamente la mantequilla, de ahí su nombre. Aparte de mantener el contacto visual, la posición de la cabeza de la mujer (para abajo) le permite tener un orgasmo más intenso. Debido a la posición de los cuerpos, el hombre ha de hacerlo con cautela, ya que un empuje vigoroso pordría causar lesiones en el cuello de la mujer.

Día 2: la carretilla

Para practicar la clásica carretilla el hombre se pone de pie mientras que la mujer está apoyada sobre sus manos y rodillas. Entonces, él la levanta por los tobillos tirando de sus piernas hacia arriba pegándolas a su cuerpo, lo que ayuda a conseguir una penetración profunda. Por descontado queda que la postura requiere destreza y fuerza suficiente en los brazos tanto de él como de ella.

Día 3: el sapo

Se trata de una versión actualizada del perrito, una de las posturas más comunes en los dormitorios. En este caso, la mujer se tiene que recostar sobre sus manos y rodillas, y mantener la cadera levantada: él hará el resto. El movimiento permite además una penetración más profunda que en otras posturas y deja las manos libres de la mujer para estimular su clítoris.

Día 4: la silla invertida

Es la posición más recomendada para principiantes.  En esta postura el hombre está sentado en una silla y la mujer se pone encima. Ella es quien controla los movimientos al levantarse y sentarse. Mientras tanto, él puede acariciar el clítoris de su pareja, y ella sus pechos. Estas caricias complementan la penetración profunda, que seguro conducen a un orgasmo intenso.

Día 5: la vaquera

A la mayoría de las mujeres les suele gustar estar arriba (el poder es siempre un afrodisíaco embriagador), pues les permite tener un mayor control del ritmo y la profundidad de la penetración. Al estar ella encima, el hombre también tiene fácil acceso a su clítoris y puede estimularlo con sus manos. No obstante, hay que tener precaución para que la noche de desenfreno no termine en la sala de urgencias. Según un estudio publicado por ‘Advance in Urology’, la posición de la vaquera es la que puede provocar más fracturas o heridas en el pene.

Día 6: la ‘concha’
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Tal vez quieras realizar unos estiramientos antes de ponerte al tema, pues la flexibilidad que requiere esta posición tan atrevida no es para cualquiera. La mujer se tiene que acostar con las piernas levantadas hasta arriba y los tobillos cruzados por detrás de su cabeza. Se trata de una posición cara a cara, muy visual, que no solo sirve tanto para la penetración como para estimular el clítoris.

Día 7: la silla (cara a cara)

Después de seis días de maratón de sexo, qué mejor que una posición sin mucho esfuerzo físico para el domingo. Consiste en que él se siente en una silla o en el borde de la cama y ella, sobre él, cruce sus piernas alrededor de su cuerpo. Y, por supuesto, deja las manos libres para que vayan donde quieran. La experiencia a lo largo de los siete días no solo amplió su catálogo de ideas, sino que también encendió su vida sexual. Para la próxima, quizá deberían probar a liberarse de horarios estrictos y abrazar el prometedor potencial del sexo en un momento mucho mejor del día: la mañana.

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