De las dos paisanas, lo mejor que se puede decir es que andan sobradas de pechuga. Lo segundo es que también tienen buena voz, porque gritaban como descosidas. Lo tercer y cerramos, es que les encanta enseñar la ‘mercancía’.
Sobre el papel, habría que subrayar que la posición de Ciudadanos ante la polémica sobre los vientres de alquiler le ha jugado una mala pasada a su máximo líder, Albert Rivera, justo cuando iba a iniciar un mitin en Málaga este 8 de septiembre de 2018.
Rivera ha dado inicio al curso político de su partido en la capital malagueña, donde también ha dado la rúbrica final al acuerdo de su partido de romper con el PSOE en Andalucía,
Pero en el preciso momento en que entraba al salón del hotel malagueño donde se ha celebrado el acto junto a su líder andaluz, Juan Marín, dos activistas de Femen que estaban justo al lado del pasillo por donde tenía que hacer su aparición estelar se han subido sus camisetas, enseñándole los pechos al grito de «mi vientre no se alquila».
Durante unos segundos, las únicas voces que se han escuchado en la sala han sido las suyas ante la estupefacción de los presentes, que rápidamente han empezado a chillar «presidente, presidente» para terminar acallando a las activistas, que terminado saliendo por su propio pie de la sala mientras Rivera se dirigía al estrado desde el que ha pronunciado su discurso.
El partido que preside Albert Rivera defiende una ley que permita la gestación subrogada, conocida como «vientre de alquiler» de manera altruista.
Femen ha manifestado su negativa a legalizar la gestación subrogada por la que aboga Ciudadanos. En el partido de Rivera están convencidos de luchar por que exista libertad de voto. A su juicio, se trataría de ofrecer «un marco legal a un fenómeno que ya existe».