«L’Origine de Monde» de Gustave Coubert, ha sido una de las piezas más conocidas de la historia del arte debido al provocativo retrato de los genitales y el torso de una mujer desnuda, y hasta ahora, desconocida.
Desde la exhibición pública de dicha obra (1995), se creía que la protagonista del retrato era de una amante irlandesa que había tenido el autor. Sin embargo, Claude Schopp, un experto literario francés, afirmó que se trataba de una bailarina llamada Contance Queniaux.
Tenía 34 años, bailaba en la Ópera de París y era la amante del diplomático Hail Sherif Pasha, más conocido como Khalil Bey, quien encargó el incitante cuadro a Coubert .
Esta pieza se mantuvo en privado durante varios años en una recámara del diplomático turco, donde solamente se mostraba a visitantes e invitados a fiestas.
Schopp declaró que descifró el misterio de L’origine de Monde, tras leer la correspondencia entre George Sand y el hijo de Alexandre Dumas, donde hablaban de dicha pintura.
Actualmente esta pieza de Coubert aún se considera tan atrevida que Facebook canceló la cuenta de un profesor de francés tras publicar una fotografía del cuadro. Dicho esto, me pregunto: ¿de verdad cabe la censura dentro del arte?.