El caso de Yudy Pineda, de 28 años, es de los más comentados en todo el mundo. De raíces indígenas y acérrima católica desde pequeña.
De hecho, estuvo durante ocho años en un convento, formándose como monja, pero un amor la hizo dejar sus hábitos.
Después de años de ese momento, ahora se gana la vida como actriz porno webcam, según contó Yudy a Caracol Radio.
Nació en Ituango, en el departamento de Antioquia, pero cuando apenas tenía dos años su familia debió abandonar el hogar huyendo de la guerra.
«Me fui para Urabá. Allá estuve en un colegio que visitaban las monjas y decidí entrar a esa vocación».
Entró al convento a los 10 años, y duró ocho ahí.
«Me sentí demasiado, demasiado, contenta».
Pero se enamoró del profesor que les daba la catequesis a los niños que iban a tomar la primera comunión. Ahí fue cuando decidió dejar los hábitos.
Comenzó una vida en Medellín como la de cualquier otra chica. Y cuando trabajaba en la empresa Nestlé conoció a Juan Bustos, un filósofo que creó la primera ‘universidad’ en Colombia para preparar a modelos webcam. Hizo un casting en un estudio y la contrataron.
«Primero me sentía mal, pero, la verdad, ya no. Me siento súper bien cuando voy a la iglesia. Siento mucha paz, mucha tranquilidad cuando estoy allá. Cuando entro, trato de entrar lo más decente que pueda, y no falto los viernes al grupo de oración, los sábados de vigilia y los domingos a la misa».
Confiesa que, en principio, el sacerdote de su iglesia la intentó persuadir para que cambiara de empleo, pero ella se negó.
Dice que considera que es un trabajo «digno y artístico», al que no le ve nada malo; sin embargo, sigue confesándose porque todos los días «entro en masturbación y pornografía».
A eso se le agrega que Pineda gana más de 2.500 dólares, trabando unas 40 horas cada 15 días.