El final del vídeo que nos ocupa pone la guinda al desaguisado conyugal que tiene por protagonistas a un tipo algo patán y a una mujer, su novia.
Una novia ardiente, que intenta en vano despertar su interés sexual.
Eso mientras están en la cama y él duerme a pierna suelta.
Grabado en un lugar indeterminado, recoge el momento en que la joven trata de llamar su atención rodeándole con sus piernas, momento en el que el tipo, un gañán, le suelta una especie de coz que por poco le rompe las costillas.
Sin darse por vencida vuelve a la carga, aunque el aludido no está precisamente por la labor y trata de zafarse una y otra vez, hasta que ella, harta de sus desprecios, decide agarrar un cojín y golpearle a gusto.
El colofón lo pone bajándole los pantalones y dejándole con el pito al aire, a ver si así le entran las ganas.
Si la cosa hubiera sido al revés otro gallo hubiera cantado, y quizá no hubiera tenido su gracia….