Mundo insólito

Este es ‘Doctor L’, el cirujano que se grabó un vídeo porno en el lavabo de la clínica

Varios vídeos eróticos se enviaron desde el móvil de este médico a todas las mujeres de su agenda y lo han despedido

Este es 'Doctor L', el cirujano que se grabó un vídeo porno en el lavabo de la clínica
Doctor L, el cirujano que se lo montaba en el lavabo. EE

Es un médico de prestigio, rico, con enrome profesionalidad y con todo en la vida, pero le han perdido Whatsapp y la bragueta (Sexo: El secreto del ‘quickie’ o cómo echar un polvo en 15 segundos).

Los hombres parecen capaces de todo cuando se trata de sexo, incluso de hacer estupideces como la de este buen cirujano.

Y la osadí tiene un precio, porque solo bastó un clic para que en pocas horas y tras haber disfrutado a lo grande, comenzase su descenso a los infiernos.

Un clic sobre el botón de «enviar» en WhatsApp que se convertiría en la peor de las pesadillas para el doctor L., un reputado cirujano maxilofacial de 46 años en la ciudad de Valencia y prácticamente en toda la Comunidad Autónoma.

El destinatario del mensaje: todas las mujeres de su agenda telefónica (Maestra tiene sexo «al menos 100 veces» con su estudiante de 11 años).

El contenido: tres vídeos en los que aparecía practicando sexo explícito con amigas y compañeras de trabajo, y que el cirujano había grabado con su smartphone en los lavabos o incluso en en el antequirófano de algunas clínicas en las que trabajabaja.

El mensaje con los archivos se envió primero a todas las mujeres de su agenda, entre las que se incluían algunas de las que participaban en ellos, pero pocos días después llegaron a miles de teléfonos, que hicieron que el contenido de los vídeos eróticos se hiciera viral y circulase por toda la región.

Una situación que no pudo controlar en ningún momento y que siete días después ha desencadenado su despido en varias clínicas y un hospital en los que operaba. (El personal está patidifuso con el vídeo porno en pleno día y en las calles de Palma que te llega al WhatsApp)

LA VERSIÓN DEL DOCTOR

‘Doctor L.’ aseguró a Vicente Useros de ‘El Mundo’ que en su móvil «había cuatro vídeos de contenido sexual» y que siempre fueron «con la misma compañera» -en ese momento su pareja sentimental- y «sólo uno de ellos en fue filmado en el hospital valenciano».

Las otras tres grabaciones y fotografías se produjeron «en entornos privados» y se realizaron «en los últimos dos o tres años».

La filmación sexual llevaba a cabo en el baño de la clínica «fue hecha hace cuatro años», según el cirujano maxilofacial que se quejó de que se hayan difundido «sin autorización» vídeos en los que practica sexo con una mujer.

El facultativo describió que había sufrido el hurto de sus teléfonos móviles y que no sólo se había difundido el contenido pornográfico, sino también enviaron mensajes con comentarios obscenos que él no había realizado. Una actividad que para el afectado se traduce en varios actos delictivos que le han motivado a presentar tres denuncias:

«Una primera denuncia por sustracción de móviles, la segunda por suplantación de identidad por mandar mensajes en mi nombre y la tercera por la difusión masiva, porque los mensajes llegaron a muchos de mis contactos, no sólo a uno».

Sospechosamente, la mayoría de las personas receptoras fueran mujeres. Por lo que los investigadores no descartan que se trate de una venganza por un despecho amoroso que ha acabado con un resultado judicial.

EL PROTAGONISTA

L., oriundo de Castellón de la Plana, llegó a la ciudad del Turía para estudiar medicina, tras lo que se instaló allí definitivamente, empezó a trabajar en el Hospital La Fé y abrió la primera de sus clínicas en la calle Colón en el año 2003.

Tras ella, llegó la apertura de otras cinco y la creación de su grupo clínico dental repartido en Valencia, Paterna, Aldaia y Castellón.

Según explicaba en una entrevista con una emisora de radio, la formación constante, la tecnología y el trabajo en equipo siempre fueron las claves del éxito de su empresa.

Si bien, hace unos años este empresario decidió vender su grupo, según ha podido saber este diario, y seguir trabajando en algunas de ellas como cirujano maxilofacial, al mismo tiempo que seguía operando a pacientes en el hospital valenciano y comenzaba su incursión en el mundo de las regatas, en las que llegó a competir incluso con el rey Felipe VI en la Copa del Rey celebrada en Palma de Mallorca.

Una impecable trayectoria como médico y empresario que se ha visto manchada ahora por su escándalo sexual.

El hecho de que todos estos vídeos se propagasen como la pólvora, también hizo que llegasen hasta los profesionales del sector clínico, y especialmente a los cirujanos maxilofaciales de toda España, que durante esta última semana han recibido hasta tres vídeos y varias fotografías del facultativo y sus parejas.

Entre ellos, muchos de los cuales habían confiado en su profesionalidad para seguir con sus servicios en varios centros.

Lo peor estaba por llegar. El verdadero problema de este doctor y exempresario, no era el hecho de haber grabado esos vídeos porno, en los que se pueden ver a L. vestido con indumentaria médica, al igual que su acompañante, sino el lugar en el que se práctico sexo -al menos una vez- y se hicieron varias fotografías, en concreto un antequirófano, es decir, una zona previa a la zona de operación, que debe permanecer totalmente aséptica para evitar infecciones que puedan introducirse en la sala de operaciones y con ello en el paciente.

Para el Hospital La Fé, donde llevaba trabajando L. desde que terminó su carrera como médico y tras lo que se especializó en implantología dental, este hecho ha significado más que un problema de imagen, una falta de profesionalidad y una temeridad por parte del cirujano, tras lo que han decidido cortar cualquier relación laboral con él.

Y no solo fue ese el único motivo que desencadenó su despido; también lo era una de las escenas sexuales que fue grabada en un aseo del hospital, en la que se puede ver cómo el cirujano y la mujer con la que práctica sexo llevan indumentaria con el logotipo del centro y que suele llevar el personal clínico que trabaja en La Fé.

Lo curioso de este caso, según han indicado los investigadores, es que todos los mensajes fueron enviados al principio únicamente a mujeres, lo que no descarta que se trate de una venganza por un despacho amoroso de alguna de las mujeres con las que mantenía algún tipo de relación.

Ahora, los agentes tratan de averiguar de qué modo pudieron salir todos los contenidos privados de su smartphone sin su permiso.

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