Las tecnologías cambian todas nuestras conductas, las sexuales no son menos.
En los últimos años, han surgido muchos estudios que evalúan la tendencia de comportamientos sexuales en sociedades desarrolladas.
El sexo reduce el estrés, mejora la presión arterial, rejuvenece la piel, favorece el descanso y bloquea el dolor, entre otros beneficios para la salud.
Aunque nos aporta cantidad de aspectos positivos, además de la diversión y el placer, muy pronto dejaremos de practicarlo.
Un estudio realizado por el profesor David Spiegelhalter de la Universidad de Cambridge ha vaticinado el fin de las relaciones sexuales: será en 2030.
Otra investigación llevada a cabo en Londres por la Escuela de Higiene y Medicina Tropical sobre más de 34.000 personas se distintas edades, concluyó que las parejas están teniendo relaciones sexuales con menos frecuencia (esto no afecta tanto a las personas solteras y a los hombres menores de 25 años). Se midieron los comportamientos sexuales en tres décadas distintas: 1991, 2001 y 2012.
Spiegelhalter culpa de todo esto a la tecnología. Décadas atrás no disponíamos de tablets, móviles ni redes sociales y dedicábamos más tiempo a estar con la pareja. Ahora, preferimos quedarnos en casa y ver el último capítulo de la serie que nos gusta o pasarnos horas navegando por internet.
En Estados Unidos, los números son similares.
Según la encuesta General Social Survey (GSS), el 2018 fue el año en el que los norteamericanos tuvieron menos sexo.
El 23% de los adultos consultados aseguraron que no habían mantenido relaciones sexuales en 12 meses.
Además, otro trabajo del año 2017 publicado en Archives of Sexual Behavior encontró que los adultos estadounidenses tienen ahora relaciones sexuales unas nueve veces menos por año a principios de la década de 2010 que a fines de la década de 1990.
UN LABERINTO MUNDIAL
Las prácticas sexuales y las actitudes hacia la sexualidad varían ampliamente en todo el mundo. A continuación, se presentan algunas costumbres destacadas:
- Grecia Antigua: La sexualidad se practicaba de manera libre, con menos pudor en aspectos que hoy día son rechazados. La homosexualidad masculina era común y aceptada, y las relaciones entre hombres mayores y jóvenes eran vistas como una forma de educación y mentoría.
- Edad Media en Europa: La Iglesia Católica ejercía un control significativo sobre la vida sexual. El sexo fuera del matrimonio se consideraba pecado, y la procreación era el único fin justificado para las relaciones sexuales. Prácticas como el sexo anal, oral y la masturbación estaban severamente reprimidas.
- Culturas contemporáneas: En algunas sociedades actuales, las relaciones extramatrimoniales y el intercambio de parejas son aceptables y forman parte de las normas sociales. Por ejemplo, ciertas comunidades practican el «swinging» o intercambio de parejas como una actividad consensuada y socialmente aceptada.
Legislación sexual en distintos países
Las leyes que regulan la actividad sexual varían considerablemente entre países, reflejando las normas culturales y religiosas de cada sociedad.
- Edad de consentimiento: La edad mínima para consentir legalmente una actividad sexual oscila entre 14 y 18 años, dependiendo del país. Estas leyes buscan proteger a los menores de abusos y explotación sexual.
- Relaciones homosexuales: Mientras que en muchos países occidentales las relaciones entre personas del mismo sexo son legales y socialmente aceptadas, en otros, especialmente en algunas naciones de África y Medio Oriente, la homosexualidad sigue siendo ilegal y puede ser castigada con penas severas.
- Prostitución: La legalidad de la prostitución varía ampliamente. En países como Alemania y los Países Bajos, está legalizada y regulada, mientras que en otros, como Estados Unidos (excepto en algunas áreas de Nevada), es ilegal. Estas diferencias reflejan las actitudes culturales hacia el trabajo sexual y las políticas de salud pública.
Diferencias culturales en la percepción del sexo
Las percepciones sobre la sexualidad están profundamente influenciadas por factores culturales, religiosos y sociales.
- Igualdad de género: Los países escandinavos, como Suecia y Noruega, han implementado políticas que promueven la igualdad de género, lo que se refleja en actitudes más abiertas hacia la sexualidad y la educación sexual integral.
- Tabúes y estigmas: En algunas culturas, temas como la masturbación, la homosexualidad o el sexo fuera del matrimonio siguen siendo tabúes y están sujetos a estigmatización. Esto puede limitar la educación sexual y el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva.
Impacto de las leyes y costumbres en la salud sexual
Las leyes y costumbres sexuales tienen un impacto directo en la salud sexual de las poblaciones.
- Acceso a servicios de salud sexual: En países con leyes restrictivas sobre la sexualidad, las personas pueden enfrentar barreras para acceder a servicios de salud sexual, lo que aumenta el riesgo de infecciones de transmisión sexual y embarazos no deseados.
- Educación sexual: La falta de educación sexual integral en algunas culturas puede llevar a la desinformación y prácticas sexuales de riesgo. Por el contrario, en sociedades donde la educación sexual es parte del currículo escolar, se observan tasas más bajas de enfermedades de transmisión sexual y embarazos adolescentes.