Un juguete sexual de la era victoriana acabará en un museo gracias a una campaña de crowdfunding lanzada a través de Twitter, en lo que recuerda a una historia sacada de Indiana Jones

Gracias a una campaña de crowdfunding lanzada a través de Twitter rescatan este juguete sexual de la época victoriana

Shawna Scott, natural de Irlanda y propietaria de la tienda sexual Sex Siopa, hizo un llamamiento a través de la red social para recaudar el dinero necesario para su compra de forma conjunta, con el fin de destinarlo a un museo. Se trata de un dildo de marfil tallado en China hacia finales del siglo XIX. El juguete tendría cerca de 200 años de antigüedad, y habría sido entregado por un hombre a su esposa a modo de regalo.   El juguete sexual, idéntico al que se vendió en abril de 2017 a un inversor privado por valor de 3.200 euros, fue adquirido por Shawna Scott a un precio cinco veces menor.

Gracias a una campaña de crowdfunding lanzada a través de Twitter rescatan este juguete sexual de la época victoriana
Juguete sexual RS

Otra forma de utilizar Twitter. En abril del año pasado, un juguete sexual de la era victoriana perteneciente a una familia irlandesa fue subastado y adquirido por un inversor privado de Estados Unidos por la suma de 3.200 euros. La subasta apenas se prolongó durante cuatro minutos y reunió a postores de todo el mundo. Se trataba de un objeto de gran valor histórico; el marfil empleado en su fabricación databa de 1840, y fue tallado en China a modo de regalo de un hombre a su esposa, según recoge la autora original de este artículo Laura Martínez en businessinsider y comparte Ivan Rastik para Periodista Digital.

Pues bien, cuando Shawna Scott, natural de Irlanda y propietaria de la tienda sexual Sex Siopa, se enteró de que el juguete sexual se había puesto a la venta de nuevo, hizo un llamamiento a través de Twitter para recaudar el dinero necesario para su compra, ya que se estimaba que la cifra rondaría los 3.200 euros de la última subasta.

En lo que recuerda a una historia sacada de Indiana Jones, Scott denunciaba en su cuenta de Twitter que el juguete debería estar en un museo y no en manos de un inversor privado, e iniciaba una campaña de crowdfunding para afrontar la compra del dildo de forma conjunta, puesto que ella no contaba con el dinero suficiente para sufragarlo.

«Cuando me enteré de que se había vendido el año pasado, me rompió el corazón. Considero que es un objeto importante de la historia sexual de Irlanda», contaba Scott en su hilo de publicaciones de Twitter. «Tengo la impresión de que, a menos que una reliquia tenga relación con la Gran Hambruna irlandesa o con 1916, no se le da ningún tipo de relevancia histórica».

Shawna Scott logró recaudar la suma de 1.000 euros sin mayor problema, si bien finalmente sólo necesitó poco más de 600 euros para hacerse con la antigüedad de manos de Matthews Auctioneers in Co Meath, la casa de subastas que lo ofrecía.

La empresaria irlandesa recibió las donaciones a través de su cuenta de PayPal, puesto que como ella misma reconocía en la publicación de Twitter, no tuvo tiempo de montar una campaña de crowdfunding a través de una de las plataformas destinadas a ello.

Scott se encuentra en plena búsqueda de un museo irlandés al que donar el juguete sexual centenario, aunque señaló que le gustaría que fuera alojado por la biblioteca Chester Beatty en el Castillo de Dublín, o por el Museo de Artes Decorativas en Collins Barracks.

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