Las relaciones sociales se han visto alteradas a consecuencia de la pandemia por coronavirus. Primero fue el confinamiento, y luego las estrictas medidas de «relajación». Más difícil lo tienen ahora los británicos ya que en el Reino Unido, el primer ministro Boris Johnson ha prohibido el sexo entre aquellas parejas que no convivan.
El Gobierno ha suavizado durante esta semana las restricciones aunque, ahora ha establecido que ninguna persona puede reunirse en domicilios, al contrario que ocurre en España. Estos encuentros están prohibidos en el interior de espacios públicos o privados y que consistan en dos o más personas. De esta forma, las visitas a viviendas quedan restringidas y son consideradas ilegales. Aquellos ciudadanos que incumplan la ley pueden ser procesados.
No se permite tampoco el sexo en lugares públicos
Esto implica también las relaciones sexuales, y es que para evitar que algunos buscaran tener sexo al aire libre, ya que es el único espacio donde se permite el encuentro con otras personas, la ley prohíbe también las relaciones sexuales en lugares públicos.
La medida ha levantado críticas entre la población. «Esta es una restricción significativa de nuestros derechos a la privacidad y la vida familiar, a pesar de que puede estar justificada por la gravedad del riesgo para la salud pública», explicó el abogado de derechos humanos Adam Wagner a The Independent.
Las sanciones van desde una multa de 100 libras (112 euros), que se reduce a la mitad si se paga dentro de los primeros 14 días a 3.200 libras (casi 3600 euros) para los reincidentes.