Buñol se bañará en más de 100.000 kilos de tomate

Buñol se bañará en más de 100.000 kilos de tomate
Fiesta de la Tomatina celebrada en 2009 en Buñol (Valencia). EFE/Archivo

Cien mil kilos de tomate se arrojarán este año en la fiesta más jugosa del verano español, la Tomatina de Buñol (Valencia), donde cada último miércoles del mes de agosto miles de españoles y extranjeros se zambullen en el jugo de esta hortaliza para revivir una tradición de más de 60 años.

Esta previsto que más de 40.000 turistas participen en esta tradicional fiesta, cuyo dispositivo especial de seguridad reunirá cerca de un centenar de agentes de la Guardia Civil, 120 voluntarios de Protección civil y 15 policías locales, quienes se encargarán de velar para que la Tomatina se desarrolle sin incidencias.

Además, la organización del festejo veraniego cuenta con un helicóptero que estará a su disposición ante cualquier tipo de eventualidad.

La fiesta más internacional de Buñol, una localidad valenciana de apenas nueve mil habitantes, es considerada una «microcultura» concentrada alrededor del lanzamiento de tomate, hasta tal punto que la Tomatina copa de turistas las camas de los albergues juveniles de Valencia.

Sin embargo, antes que se celebre la Tomatina, se llevará a cabo una curiosa actividad convertida en tradición, «el Palo Jabón», donde los más osados se lanzan sobre la estaca embadurnada de jabón con el fin de lograr como premio el jamón ubicado en la parte más elevada.

Será a las 11:00 de la mañana del próximo miércoles, día 25 de agosto, cuando explote el cohete de agua (carcasa), con la que arranca la batalla más incruenta jamás conocida en la que los contendientes se lanzan tomates tras aplastarlos o exprimirlos, según las reglas de esta guerra de tomatazos.

No entrar con botellas ni ningún tipo de objeto que pueda producir accidentes, tener cuidado al paso de los camiones que descargan «la munición» y estar atentos al disparo del segundo cohete que indica que se ha terminado el lanzar tomates son otras normas que deben contemplar los participantes.

El interés que suscita esta fiesta se refleja en la transmisión que medio centenar de medios de comunicación realizarán al mundo entero por radio, televisión y prensa escrita del desarrollo de este festejo con sabor a tomate, considerado Fiesta de Interés Turístico Internacional y que cuenta con réplicas en países como China.

Se cree que su nacimiento data del último miércoles de agosto de 1944, cuando en Buñol se celebraba un desfile de Gigantes y Cabezudos en la plaza y un grupo de jóvenes comenzaron a empujar a los participantes disfrazados y en la refriega consiguieron tirar a uno de ellos al suelo, provocando una pelea colectiva.

Uno de los participantes se hizo acopio de los tomates que había en un puesto de hortalizas y los utilizó como munición, una idea que no tardó en ser copiada y que llevó a que los cajones de tomates que había en la calle se vaciaron en las manos de los combatientes.

Hoy en día, la fiesta grande de Buñol ofrece una variada y repleta agenda musical y de entretenimiento para los días previos a la Tomatina.

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