La compañía de educación científica MEL Science muestra lo fácil que resulta acceder al plástico oculto en una lata de refresco disolviendo el aluminio del exterior.
Durante muchos años los fabricantes de latas de aluminio han cubierto el interior de los envases con plástico para evitar la corrosión del metal, que puede ser provocada por ácidos y otros químicos de las bebidas, así como la alteración del sabor de los productos.
LOS SECRETOS DE LA LATA
Las latas de aluminio forman parte de nuestro día a día pero, ¿son realmente de este material?
Lo que si sabemos es que los fabricantes incluyen un ingrediente secreto que tiene como finalidad proteger tanto el contenido como la propia lata, en caso de que el aluminio llegue a corromperse.
Tan solo necesitamos papel de lija, un limpiador de tuberías que contenga solución de hidróxido de sodio o potasio, una varilla de madera, guantes, gafas, una máscara, un recipiente de vidrio tipo tubo y obviamente, una lata de aluminio.
En primer lugar, se pule la superficie externa de la lata con el papel de lija hasta que quede plateada y brillante.
Posteriormente, se suspende la lata en el recipiente de tubo y se vierte el limpiador de tuberías en él.
Tras dejar reposar la lata durante dos horas, observamos la superficie se ha vuelto transparente y muy manejable.
Este truco no debe realizarse en casa bajo ningún concepto, ya que se requiere la manipulación de materiales peligrosos y de una zona bien ventilada.
