Cayetano, quinto hijo de la duquesa de Alba, ha recordado en 'Lazos de Sangre' su juventud

Cayetano Martínez de Irujo: «Las nanis me pegaban cuando era pequeño»

Se ha emocionado al hablar de la muerte de su padre, Luis Martínez de Irujo

Cayetano Martínez de Irujo: "Las nanis me pegaban cuando era pequeño"
Cayetano Martínez de Irujo RS

Una infancia sin falta de lujos pero carente de lo principal que necesita todo niño. El programa Lazos de Sangre (TVE) ha repasado en su última entrega la figura de Luis Martínez de Irujo, primer marido de Cayetana Fitz-James, la duquesa de Alba, a través de los recuerdos de cuatro de sus seis hijos: Carlos, Alfonso, Eugenia y Cayetano. Este último se convirtió en el gran protagonista del programa al recordar a su padre y desvelar, entre lágrimas, detalles hasta ahora desconocidos de su infancia, como el maltrato sufrido por algunas de sus niñeras, según recoge 20minutos y comparte Manuel Trujillo para Periodista Digital.

«Hasta los 14 años, las nanis no me dejaban ni elegir la ropa que me tenía que poner. Es que era algo intolerable. ¿Cómo no se va a rebelar uno? Si no te dejaban opinar, no te dejaban hacer, no te dejaban decidir. Cuando yo me empecé a rebelar, me inflaban. Pero, vamos, me inflaban. Me pegaban, ¿sabes?», ha confesado Cayetano Martínez de Irujo al mencionar a la última niñera que tuvo, Olga.

En este sentido, ha añadido que nunca se ha atrevido a contarlo a nadie de su familia «por miedo, porque si no, nos pegaba el doble. Nos decía a mi hermano (Fernando) y a mí que si decíamos algo a mi madre al bajar a darle las buenas noches, nos iba a dar el doble a la subida. Contar esto es terapéutico y me estoy librando de esa carga tran brutal de maltrato».

Por otro lado, Cayetano Martínez de Irujo ha revelado el golpe que supuso para él la pérdida de su padre a consecuencia de una leucemia cuando todavía él era un niño. «No se nos dejó despedirnos de él, yo he tardado 40 años en resolver esto», ha dicho.

«Mi padre era una figura que daba humanidad, mi madre era mucho más dura. Fíjate que parecía que era muy simpática con la gente y súperhumana, pero con nosotros era implacable», ha recordado.

Respecto a la muerte de su padre, el también duque de Arjona y conde de Salvatierra ha admitido que «no se supera nunca, y sobre todo en una estructura tan poderosa como era la nuestra, que no podías expresarte, que no te explicaban nada, que encima pedías una explicación y te daban la del tigre».

«Fernando y yo estuvimos rezando durante ocho o diez días para que se curara nuestro padre, que estaba en Houston. Y, tristemente, se había muerto ya», ha proseguido.

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Autor

Manuel Trujillo

Periodista apasionado por todo lo que le rodea es, informativamente, un todoterreno

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