Nacido en Nueva York y, por lo tanto, ciudadano estadounidense, Boris Johnson renunció a su pasaporte americano en 2016, durante una disputa sobre impuestos con la Hacienda de EEUU.
Con su pasaporte se fue toda la esperanza de ocupar algún día la Casa Blanca, algo que -según dijo una vez en el programa de David Letterman- estaba a la altura de su talento y cualidades.
Educado en el mejor colegio de élite de Reino Unido, Eton, en parte humorista, en parte gran escritor y estadista, tiene detrás una brillante carrera como periodista y un rosario de escándalos -incluidos sexuales- que producen sonrojo.
Este periodista irreverente, despedido del diario The Times cuando inventó una frase de un egiptólogo que no era otro que su padrino y que, siendo alcalde acostumbraba a rodar en una bicicleta negra por las calles de Londres, jamás ocultó su deseo de aterrizar en Downing St, como su admirado Winston Churchill.

Winston Churchill.
A esa ambición, le reprochan la falta de convicciones para llegar a cualquier costo. Un “pragmatismo” heredado de su abuelo turco Ali Kamel -periodista y político como él-, que decidió cambiar su apellido cuando llegó exilado a Gran Bretaña porque era más fácil.
De él aprendieron los Johnson el práctico humor y ese múltiple ADN, en una familia que Boris define como las “Naciones Unidas”.
Después del abuelo turco, una abuela francesa de Versalles y otra suiza, llega una madre inglesa y pintora, aristócrata liberal, sangre judía, musulmana, hermanos banqueros, segunda ex esposa mitad India Sik, cuatro hijos genéticamente multiculturales, cuñada afgana. Habla fluidamente francés, italiano, español, alemán, griego y latín.

Boris Johnson, el nuevo primer ministro británico.
Todos argumentos que le sirven para defenderse de los que lo acusan de no aceptar la multiculturalidad o ser racista.
Alexander Boris de Pfeffel Johnson nació en Nueva York el 19 de junio de 1964.
Stanley, su padre, estudiaba economía en la universidad de Columbia. Los crió su madre -que fue internada por depresión- y sus hijos fueron despachados a Ashdown House, un internado.
Sin amigos ni familia, los hermanos se volvieron íntimos, diferentes y extremadamente competitivos. El, Rachel, Leo y Jo -sus hermanos- se comunican entre ellos hablando el griego antiguo que aprendieron en el colegio y que sus cuatro hijos legales ahora hablan fluidamente.
Stanley, su padre, obtuvo un empleo seguro en la Comisión Europea de Bruselas y la familia se mudó en 1973.
Los Johnson se educaron en el Colegio Europeo y conocen la capital belga como pocos. Boris regresó a Bruselas como corresponsal del The Daily Telegraph.
Sus historias exageradas sobre las regulaciones europeas, su sátira a medidas, regulaciones y transferencia de soberanía nutrieron a los euroescépticos y contribuyeron a su perfil político para liderar la campaña del Brexit.
Aunque su anti europeísmo público sorprendió a sus amigos. ”Al” -como llaman a este Boris público en su casa- nunca fue anti europeo. Únicamente trabajaba de periodista como tal. Una decisión que le hizo comentar al ex comisario europeo británico, Chris Patten, que “Boris es uno de los más grandes exponentes del periodismo falso”.

Carrie Symonds con Boris Johnson.
Boris Johnson se ha convertido en la mañana de este 23 de julio de 2019 en nuevo Primer Ministro de Reino Unido.
El ex alcalde de Londres sucederá a Theresa May en el cargo, al que llega siendo uno de los rostros más polémicos de la política británica y europea.
Y es que el conservador, líder del partido Tory, ha protagonizado varios escándalos sexuales a lo largo de su carrera, sobre todo por sus continuas infidelidades.
Las traiciones del político antieuropeista en sus dos matrimonios han ocupado un puesto destacado en los y tabloides británicos, convirtiéndose en la gran comidilla de Inglaterra.
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Boris estuvo casado durante 25 años con la reputada jurista Marina Wheeler, con la que tiene seis hijos.
En noviembre del año pasado, ambos pusieron fin a su relación con su separación. La larga lista de infidelidades del político Tory terminaron rompiendo el matrimonio. Las crisis entre Johnson y Wheeler fueron constantes durante años. En 2004, de hecho, tras una de las infidelidades del nuevo Primer Ministro, su mujer lo echó de casa.

El primer ministro británico, Boris Johnson.
Lo hizo cuando descubrió que su marido mantenía una aventura de cuatro años con la periodista Petronella Wyatt.
Tras el escándalo, Marina perdonó a Boris y retomaron la relación, pero ya se sabe que segundas partes nunca fueron buenas. En 2010, el británico volvió a dejar el nido familiar después de que naciera su hijo extra matrimonial con la consultora de arte Helen Macintyre. Ocho años después, la situación era insostenible y tomaron la decisión de divorciarse.
Wheeler no fue la primera mujer de Boris. Desde 1987 a 1993, el nuevo Primer Ministro Británico estuvo casado con Allegra Mostyn-Owen, una de sus compañeras de universidad.
El matrimonio llegó a su fin cuando su primera mujer descubrió que le estaba siendo infiel, precisamente con Wheeler.

Carrie Symonds, la novia de Boris Johnson.
Ahora, el corazón de Boris Johnson vuelve a estar ocupado. El conservador mantiene una relación con una mujer a la que saca 24 años.
Según aseguran diferentes tabloides británicos, el político ha iniciado una vinculación amorosa con la joven Carrie Symonds, a la que incluso ya habría presentado formalmente a sus hijos y con la que se podría mudar a un departamento -valorado en 2,3 millones de euros- en los próximos meses.
Las infidelidades de Johnson a su segunda mujer no sentaron del todo bien a sus hijos, especialmente a su primogénita. Tal es el conflicto entre ambos que durante una de sus discusiones, la hija mayor de Johnson llamó a su padre «bastardo egocéntrico» y le aseguró que su madre «jamás le dejaría volver a entrar en casa».