Un hombre con muy buen gusto. Mel Gibson ha aprovechado sus días de descanso para conocer algunos rincones de España. El actor ya conocía este país por algún que otro compromiso profesional que le había traído hasta aquí. Sin embargo, hasta ahora no se había parado a conocer más a fondo la cultura española, según recoge ABC y comparte Periodista Digital.
El productor de cine, junto a su novia, la joven de 28 años Rosalinda Ross, y uno de sus hijos aterrizaron en Madrid. En la capital no se resistieron a la gastronomía española. Allí, acudieron a comer al restaurante Floren Domezain. «Sobran las presentaciones… ¡Un grande entre los grandes!», exponía el dueño del establecimiento.
Sin embargo, el principal interés del director de cine y su familia era conocer el norte de la Península Ibérica. Por ello, se desplazaron a Castilla y León, concretamente a Burgos, donde fue reconocido por otros turistas en su visita a la catedral. Después se trasladaron a la Rioja para conocer la zona, allí fueron a Santo Domingo de la Calzada, donde estaba el Parador en el que se alojaron. Posteriormente, el pasado miércoles estuvieron en San Sebastián.
Allí, pudieron seguir disfrutando de la comida tradicional en el restaurante que Martín Berasategui tiene en Lasarte. La estrella de Hollywood probó diferentes platos de diversos sabores y texturas.
«Probó de todo y todo le gustó», aseguraron los empleados del negocio.
«Que Mel Gibson cene en tu restaurante es tener mucha suerte. ¡Muchas gracias!», expresó en redes sociales el chef vasco.
Gibson no aporta detalles sobre la continuación de su ruta por España, aunque se espera que para poner la guinda al pastel, el actor y su familia seguirán el recorrido por la cornisa cantábrica, realizando una parada en Santander, para posteriormente finalizar sus días de descanso en Asturias.