La faceta más escéptica y reaccionaria de Miguel Bosé ha reaparecido más de dos meses después desde que denunciara la insuficiente actuación del Gobierno de España de cara a la emergencia sanitaria del COVID-19 tras hacerse público el fallecimiento de su madre, Lucia Bosé, a los 89 años.
Bajo el punto de vista del músico español con residencia en Méjico, el brote de coronavirus, que se ha llevado la vida de más de 390.000 personas en el mundo, es un embuste clandestino de la Administración.
«Suiza, como los países nórdicos de Europa, saben desde el principio de la gran mentira de los Gobiernos, el de España incluido«, ha escrito en su perfil de Twitter, al tiempo que adjuntaba un clip de vídeo en del que aparecen decenas de personas disfrutando del ocio en Ginebra «felices» y sin respetar ningún tipo de distanciamiento social, mientras «el resto del mundo tiene miedo» de contagiarse.
SUIZA, COMO LOS PAÍSES NÓRDICOS DE EUROPA SABEN DESDE EL PRINCIPIO DE LA GRAN MENTIRA DE LOS GOBIERNOS, EL DE ESPAÑA INCLUíDO.
— Miguel Bosé (@BoseOfficial) June 4, 2020
Según apunta del narrador de las imágenes, estas datan del pasado lunes 1 de junio de 2020, dos días después de que el Gobierno suizo comunicara la prontitud en la flexibilización de las restricciones y anunciara la reapertura de los restaurantes a partir del día 11 del mismo mes con el objetivo de que las personas «aprendan a vivir» con una realidad cuyo desenlace es tremendamente difuso. Por su parte, países como España, Italia o Francia (que han instaurado los confinamientos más estrictos) continúan su desescalada particular enfocándose en los contagios y expiraciones semanales.
Las reacciones en la red social han sido de lo más dispares; si bien algunos recomiendan al cantante «tomarse su pastilla» o someterse a «terapia urgente», otros secundan su teoría y le dan «la razón», señalando que «todos nos mienten» en la excentricidad «más grande de la historia».