Más de 180 millones de personas siguen a diario los posts y las actualizaciones que Selena Gomez publica en Instagram. Acostumbrados a ver fragmentos musicales, vídeos de la artista subida a los escenarios, portadas de reputadas revistas, celebraciones y mucho lifestyle, los followers de la compositora quedaron absolutamente impresionados cuando, el domingo 14 de junio de 2020, aparecía como por arte de magia un inesperado vídeo en su muro en el que se podía ver la imagen de una mujer afroestadounidense que comenzaba diciendo «hola, soy Ruby Bridges».
Bridges, activista de derechos civiles que en la década de 1960 y una de las primeras estudiantes negras en formar parte de un colegio para blancos en el sur de Estados Unidos, compartió en el perfil de Selena decenas de imágenes de archivo de sus vivencias pasadas (algunas de ellas forman parte del documental ‘The Children Were Watching’) y animó al público de la cantante a luchar de forma colectiva «para salvar vidas negras y marrones».
«Para mí era importante mostrar esta historia al mundo», reveló Bridges.
Aunque la oleada de aplausos que recibió la dueña de la cuenta a raíz de este clip fue ingente, no se trataba de la primera vez que cedía sus redes sociales a líderes negros para exponer sus ideales y protestas y dar voz a un asunto tan necesario como es la batalla global contra el racismo, más si cabe, en el contexto del movimiento ‘Black Lives Matter’, en el que se ha volcado el mundo entero (incluida la órbita 2.0) tras el asesinato de George Floyd a manos de la policía.
