La cantante Madonna está haciendo las maletas para abandonar Lisboa, ciudad a la que se mudó hace ya tres años y de la que, pese a la tranquilidad y el sosiego que le ha brindado, ahora se despide de la forma más extravagante: a través de una videollamada con su pero Coco.
«Voy a dejar mi casa de Lisboa, es todo muy emotivo”, ha explicado la reina de pop a su mascota durante la conexión que ha compartido en su perfil de Instagram y que ya supera las 600.000 visualizaciones y los 2.800 comentarios.
Aunque el motivo inicial de la mudanza de la intérprete de ‘La Isla Bonita’ a la capital portuguesa fue el fichaje de su hijo David Banda por uno de los equipos de fútbol base del Benfica, ella misma terminó cayendo rendida a los encantos de la ciudad, lo cual dio pie a importantes influencias en su último trabajo, ‘Madame X’.
Desde su llegada en el verano de 2017, la artista se ha movido en varias ocasiones, pues pasó de instalarse junto a sus pequeños David, Mercy James, Esther y Stella en un hotel de lujo en el barrio de Alcántara, a orillas del río Tajo, a hacerlo en el Palácio Ramalhete, un edificio del siglo XVIII que solía funcionar como un humilde hotel de doce habitaciones; finalmente, se trasladó a la también exclusiva área de Santa Caterina, donde escogió una vivienda con impresionantes vistas cuyas llaves entregará en las próximas horas para, previsiblemente, centrarse en sus residencias de Londres y Nueva York.