El juicio civil de Corinna Larsen contra Juan Carlos I por presunto acoso vuelve a dar un nuevo giro. El martes 8 de noviembre se celebró en el Tribunal de Apelaciones la vista para ver el recurso que presentó la defensa del Emérito contra la decisión del mismo tribunal que en julio decidió que Juan Carlos de Borbón no tenía inmunidad. Al contrario que en otras ocasiones la examente real no acudió a la Corte judicial para ser captada por los medios allí apostados. Los abogados de la exprincesa Zu Sayn-Wittgenstain sí acudieron para contestar a los del Rey Emérito.
Hasta ahora, la estrategia de la defensa del padre de Felipe VI no había resultado efectiva. El Magistrado Matthew Nicklin, presidente de la Queen’s Bench Division, una de las cuatro secciones del Tribunal Superior de Inglaterra, respondió el pasado mes de julio que los argumentos de sus abogados, basados en el hecho de que los supuestos momentos de acoso se habrían producido antes de 2014, es decir estando aún Juan Carlos de Borbón en el trono y estando amparado por la inviolabilidad que le otorgaba la Constitución Española. Sin embargo, para Nicklin, el Rey Emérito ya no tiene derecho a esa inmunidad al tener «un papel figurativo» en la monarquía española.
Corinna Larsen.
Sin embargo, ahora han cambiado las tornas y, según publica El Mundo, los jueces en la nueva vista no dan credibilidad a Corinna Larsen «por la falta de pruebas» para sustentar su relato que, además, ha variado con el tiempo. En el nuevo podcast en el que relata su historia de amor y negocios con el que fuera Jefe del Estado reescribe episodios que ante la Justicia británica y en otras entrevistas había contado de forma completamente distinta. Por ejemplo, siempre mantuvo que las supuestas amenazas del CNI habían sido mediante una llamada y dejar en su casa de Montecarlo un libro sobre la muerte de Diana de Gales. «Entre Niza y Montecarlo hay muchos túneles», le había dicho una voz por teléfono. Ahora, sin embargo, en su podcast Corinna afirma que la amenaza de «acabar como Lady Di» la profirió un hombre que había penetrado en su casa de Londres.
Otros elementos que rodean esta sórdida historia también influyen en esta presumible falta de credibilidad de la comisionista alemana. El hecho de haber ‘sacado’ del proceso al exdirector general del Centro Nacional de Inteligencia el general Félix Sanz Roldán y el hecho de que el proceso sea llevado por la vía civil, con lo que en caso de ganar habría un resarcimiento económico, y no por lo penal, de lo que de desgajaría una condena a prisión. Estos puntos han pesado mucho en al credibilidad de la alemana que, más allá de los tribunales, sigue en su cruzada mediática contra el que fuera su pareja. Además, del podcast la alemana tiene en proyecto una serie televisiva donde promete seguir contando nuevos datos sobre una historia que se alargo entre 2004 y 2012.
