Leticia Sabater lleva en el mundo del espectáculo 35 años y sabe cómo mantenerse de actualidad constantemente. Como cada Navidad, la que fuera icono infantil en los noventa, lanza un villancico… Lo mismo que cada verano saca su tema ad hoc para la fecha. Este año ha lanzado Papa Noel, Lléname el tanque.
«Le pido a Papá Noel que me llene el tanque, a mí y a todos, de todo, de mucha pasta, sexo, amor y salud. Es un videoclip cachondo, gracioso, distinto al 70% de los que se hacen hoy en día, pero hay que reconocer que tiene bastante denuncia social porque este año ha subido la luz un 33% y la gasolina. Yo lo que le pido Papá Noel es que me llene el tanque porque está carísimo. Luego si me quiere llenar el cuerpo…».
La artista nos recibe esta Navidad en su nueva casa en La Moraleja. El casoplón en el que vivió muchos años lo vendió en 2021. «Yo no lo he notado [la subida de precios]. En la casa que tenía antes, lo habría notado mucho. Me la quité de encima en plena pandemia y tuve mucha suerte. Era un muerto andante, un sacacuartos… he comprado apartamentos en Marbella e invertido», explica y remata que está convencida de que «hay una etapa hay que trabajar y otra, a partir de los cincuenta, en los que hay que trabajar menos y disfrutar más».
Leticia comenzó esta nueva faceta en su carrera hace más o menos 17 años. Un cambio, el de la tele a la música, que no todo el mundo entiende.
«Yo he elegido hacer esto porque me apetecía. He elegido cantar y me gusta no hacer el típico concierto a la antigua usanza, me gusta más un show al estilo americano. Son conciertos atrevidos, tienen un punto que se sale de lo normal».
Y, la verdad es que, al márgen de las críticas, las cuentas cuadran («He hecho más de 200 bolos este año, 90 sólo en verano») y tiene perfectamente claro lo que hace .»Mariah Carey canta mejor, pero yo entretengo mejor», explica con naturalidad.
Leticia y los políticos
En 1994 Leticia Sabater presentó a los candidatos del Partido Popular a las elecciones europeas. Sin embargo, hoy se define como “apolítica”, aunque critica a algunas feministas que “ven como normal no depilarse e ir con el coño lleno de pelos como un orangután”. “Ahora mismo no me convence ningún partido al 100 %”, afirma.
Sin embargo, si que pasa revista a los líderes políticos. Eso sí desde el punto de vista… musical:
“A Pedro Sánchez le veo un pibonazo y le cantaría Mr. Policeman, a Nuñez-Feijóo le cantaría La salchipapa y a Abascal le cantaría Toma pepinazo. Los tres me caen muy bien”.
Tom Brusse
Era inevitable preguntarle a Leticia Sabater por el estado de su corazón. Lo último que había trascendido era su coqueteo con Tom Brusse, salido de la factoría de La isla de las tentaciones. «Es él el que ha hablado y me ha sorprendido que lo haga. La verdad es que hay química, lo nuestro es un misterio sexual sin resolver».

Leticia y Tom en su noche de ‘magreo’ revelada por ‘Socialité’.
Así lo explica Leticia aunque inmediatamente después añade que «llevamos dos años tonteando». Vamos, que la cosa debió empezar cuando Tom Brusse aún salía con Melyssa. «Supongo, puede ser que se esté enterando ahora».
«Mi vida, gracias a Dios, no es como la de Alba Carrillo».
A pesar de éstas píldoras, Leticia, asegura que no le gusta hablar de su vida priva. «Cuando una relación es larga y estable no me importa hacer público, pero no me gusta meter a gente que no le gusta salir en la tele. No todo vale por dinero», afirma.
«Mi vida gracias a Dios, no es como la de Alba Carrillo. Mi vida es de artista», apunta casi de inmediato. Leticia y Carrillo coincidieron en Supervivientes en 2017 y ya en el programa tuvieron varios enfrentamientos. Una mala relación que, al menos para la Sabater, se mantiene.
«No la puedo soportar. Me supera. Somos dos personas totalmente diferentes. Yo soy artista y ella no sé lo que es. A nivel de ética somos totalmente diferentes», dice con un tono contundente y añade la estocada final: «No habría destrozado a un matrimonio por dinero». Una clara referencia al tan cacareado affaire de Alba Carrillo con el el guardia civil y excolaborador televisivo Jorge Pérez. Los televisivos fueron pillados besándose en una fiesta de navidad de su productora. Unos cuernos que han dado muchas horas de contenidos.
«Yo soy artista de los pies a la cabeza», puntualiza Leticia en lo que, en ella, parece una idea fija, una autodefinición y, claro, un acto de reafirmación.