(PD/Agencias).- Los técnicos de la autoridad aeroportuaria (Infraero) que investigan el accidente de São Paulo han afirmado que todo apunta a que el avión llevaba una velocidad excesiva cuando tomó tierra.
Unas imágenes tomadas por la autoridad aeroportuaria Infraero muestran que el avión en vez de frenar al tomar tierra aceleró de una forma abrupta, según el diario O Globo.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha ordenado a su ministro de Justicia, Tarso Genro, la apertura de una investigación para esclarecer las circunstancias que provocaron el peor siniestro en la historia de la aviación brasileña.
En concreto, las autoridades quieren averiguar si la pista del aeropuerto de Congonhas, en São Paulo, donde la pasada madrugada se estrelló un Airbus A320 de la compañía brasileña TAM causando la muerte de alrededor de 200 personas, cumplía con los requisitos mínimos de seguridad.
El ministro ha anunciado que será la Policía Federal y no la autoridad aeroportuaria Infraero la que se hará cargo de las investigaciones sobre el siniestro. Según fuentes oficiales citadas por el diario O Globo, el presidente Lula quiere saber con rapidez si hubo alguna precipitación en la reapertura de la pista principal del aeropuerto.
El presidente de la aerolínea brasileña TAM, Marco Antonio Bologna ha asegurado que el Airbus A-320 accidentado no presentaba «signo alguno» de problemas técnicos y que estaba en «perfectas condiciones de navegación y de operación» y que el piloto no informó de «ningún problema al despegar en Porto Alegre». Bologna ha informado que el avión tenía 26.320 horas de vuelo, y había sido sometido a una revisión simple el 13 de junio y a una revisión estructural, más profunda, el pasado 20 de noviembre.
Dudas sobre la seguridad del aeropuerto
El aparato siniestrado derrapó en la pista mojada por una intensa lluvia y entró en llamas. El avión rodó literalmente por encima de la transitada avenida Washington Luiz y se estrelló contra un depósito de materiales de TAM Express y una gasolinera.
Según informan los medios brasileños, la pista había sido reabierta al tráfico el 29 de junio pese a las denuncias de los sindicatos por la falta de un dispositivo antideslizante, el llamado grooving en la jerga aeronáutica: unas ranuras en la superficie del pavimento que facilitan el drenaje de la pista. Precisamente el lunes mismo la tragedia sobrevoló este aeropuerto cuando otro avión, esta vez de la compañía Pantanal, derrapó en esa misma pista sin registrarse víctimas.
La autoridad aeroportuaria Infraero, una empresa pública que administra los aeropuertos y terminales de carga por la que pasa el 97% del tráfico del país, ha justificado la ausencia del grooving en que el pavimento necesita un período de tratamiento antes de colocar este dispositivo, cuyos trabajos de instalación deberían haber comenzado este mismo mes.
Según medios brasileños, en el aparato viajaba con todos los asientos disponibles completos, es decir con 186 personas a bordo: 174 pasajeros, seis miembros de la tripulación y otras seis personas que ocupaban asientos no comercializados.
182 cadáveres recuperados
En paralelo a las investigaciones, los equipos de rescate han encontrado ayer al mediodía (hora española) una de las dos cajas negras del avión que ha sido enviada a Estados Unidos para su análisis. De entre los escombros se han rescatado un total de 182 cadáveres, según el último balance ofrecido por el Departamento de seguridad pública. Tanto el gobernador del Estado de São Paulo, José Serra, como el capitán de bomberos, Mauro Roucha Lopes, han confirmado que los 186 ocupantes del avión han muerto.
A estas víctimas habría que sumar las otras 14 muertes en tierra anunciadas por el gobernador Serra. Las autoridades han confirmado que entre las víctimas hay cuatro extranjeros: un argentino, un peruano y dos franceses, mientras un tercer francés está desparecido, según el ministerio francés de Relaciones Exteriores.
Los bomberos han anunciado que el rescate de los cuerpos de las víctimas se completará en las próximas horas. Sin embargo, las tareas de identificación podrían tardar días, ya que muchos de los cuerpos están carbonizados debido a las altas temperaturas que se registraron en el lugar del accidente, por encima de los 1.000ºC.
El aeropuerto de Congonhas ha vuelto a funcionar este jueves, a través de una pista auxiliar. Esta pista es más corta que la principal, donde ocurrió el accidente y que que continúa cerrada al tráfico, y no permite el aterrizaje de aviones grandes o que tengan un peso excesivo para las caraterísticas de esta pista.
El aeródromo de Congonhas es el de mayor actividad del país (registra un flujo de unos 15 millones de pasajeros al año, aunque su capacidad es de 12 millones), y está situado en una zona residencial y comercial de São Paulo. Tiene tras de sí un amplio historial de accidente y muertos. En el año 1996, otras 99 personas perdieron la vida en otro accidente.
