Un cadáver en cada casa

Un cadáver en cada casa


(PD/Agencias).- Peter Tobin, un escocés de 61 años, podría haber dejado enterrados cadáveres de víctimas, todas chicas jóvenes, por la docena de casas que ha ido ocupando por todo el país desde la década de 1960.

Como explica Emili J. Blasco en ABC, el hallazgo de dos cuerpos enterrados en el jardín de un domicilio que Tobin ocupó en 1991, pertenecientes a dos chicas que desaparecieron ese año, llevará a la Policía a registrar la mayoría de las viviendas por las que en su vida adulta pasó el escocés, que en la actualidad cumple condena por asesinato.

Diversas desapariciones en las últimas décadas se han comenzado a relacionar con él, y se teme que el número de víctimas pueda llegar a la veintena.

Si fuera así, se convertiría en uno de los mayores asesinos en serie de la historia moderna del Reino Unido, lista encabezada por el médico Harold Shipman, condenado en 2002 tras matar a casi 250 pacientes.

Tobin abandonó Escocia a los 17 años para instalarse en el sur de Inglaterra. Su matrimonio se rompió después de apuñalar a su esposa en la pierna, violarla y decapitar al perro que tenían.

Casado de nuevo y padre de un hijo, la familia volvería a deshacerse por el carácter violento del escocés, quien ingresó por primera vez en prisión a los 19 años.

Sin trabajo fijo, fue mudándose de localidad para desempeñar empleos ocasionales. Se fue a vivir a Escocia; luego residió en diversas poblaciones del sureste inglés, para trasladarse después al centro de Inglaterra, y finalmente a las cercanías de Glasgow.

En 1993 fue detenido por violar a dos adolescentes. Después de salir de la cárcel en 2004, agredió a una mujer de 24 años.

Fue detenido de nuevo en 2006 por violar y apuñalar hasta la muerte a Angelina Kluk, una estudiante polaca de 23 años, crimen por el que cumple una sentencia de cadena perpetua.

Asesino en serie
Las investigaciones asociaron recientemente a Tobin con la desaparición en 1991 de Dinah McNicol, de 18 años.

Cuando esta semana se comenzó a excavar el jardín de la casa en la que entonces vivía su posible captor y asesino, en la población de Margate, en la punta sureste de Inglaterra, antes de encontrar los restos de McNicol las palas toparon con otro cadáver.

Eran los huesos de Vicky Hamilton, que desapareció también en 1991, a la edad de 15 años. Tobin raptó a Hamilton en Escocia cuando aún vivía allí, y un mes más tarde trasladó el cuerpo con la mudanza cuando se trasladó a la casa de Margate, atravesando el país de punta a punta.

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