(PD/Agencias).- La Policía ha capturado al asesino de Iván Ruiz, el camarógrafo de La Sexta, que falleció el pasado 9 de noviembre, tras recibir un balazo en la cabeza en un garaje de la Avenida de Asturias, junto a la Plaza de Castilla. El criminal es español, delincuente habitual y parece haber actuado motivado por el afán de robar.
Iván tenía 31 años y en un principio se especuló con la posibilidad de que hubiera sido víctima de un ajuste de cuentas por celos, perpetrado por el ex novio de la chica colombiana con con la que salía Iván.
Algunos medios de comunicación publicaron en su día que este joven, también colombiano, le había amenazado de muerte.
No fue así y la policía ha atrapado al verdadero culpable. El caso de
Iván Ruiz Lucena, cámara de televisión de la Sexta y empresario de 31 años, ha sido desentrañado por los agentes del grupo VI de Homicidios de la Brigada de la Policía Judicial.
Iván recibió un tiro en la cabeza en la noche del 8 de noviembre, en un garaje de la Avenida de Asturias 49. Ingresó en estado crítico en el Hospital Gregorio Marañón. El viernes a las 5.00 horas de los médicos indicaron que estaba en estado de muerte cerebral.
Pasado el mediodía fue desconectado de la máquina que le mantenía vivo de forma artificial. Todos sus órganos han sido donados por deseo de su familia.
La tragedia sobrevino el jueves por la noche en el garaje, muy cerca de la Plaza de Castilla, en el barrio de La Ventilla. Iván y su novia, una chica colombiana a la que conoció en un gimnasio hace meses, entraron en un Audi A-3 en el parking.
Al bajarse del vehículo, la mujer vio a alguien sospechoso entre los coches estacionados en la segunda planta del garaje. El extraño estaba cerca de un Mercedes descapotable, propiedad de uno de los redactores de Periodista Digital -diario online que posee cinco plaza en ese garaje y tiene su redacción en el exterior del edificio- y se dirigió a por Iván.
La chica gritó: «Corre, corre». El agresor iba armado.
Fue a la salida del garaje, casi en la calle, cuando el asesino, que había apretado el gatillo varias veces, alcanzó en la cabeza a Iván.
El disparo, casi a quemarropa, le atravesó el parietal. Iván sobrevivió en un primer momento gracias a la intervención del Samur-Protección Civil y a que el calibre de la bala era muy pequeño, el 22. Sin embargo, su estado empeoró en el hospital.
