José Luis Calva Zepeda, el caníbal que fue arrestado mientras se cenaba a su novia, se ha ahorcado en su celda con un cinturón, pero sus familiares dicen que le han asesinado, que envió una carta a las autoridades del penal para informarles que estaba siendo extorsionado por otros internos.
El subsecretario de Gobierno del Distrito Federal, Juan José García Ochoa, quien tiene a su cargo las cárceles de la ciudad, reconoció que, debido a la trascendencia del caso, Calva era vigilado las 24 horas del día pero que en un descuido del vigilante se quitó la vida el lunes por la noche.
Aunque en el lugar fue hallado un cinturón con el que presumiblemente se ahorcó el asesino confeso, no es un secreto que en muchos penales mexicanos los mismos internos asesinan a otros y luego los cuelgan o preparan la escena para aparentar que se trata de suicidio.
El abogado del ‘Poeta Caníbal’, Humberto Guerrero Plata, comentó que su cliente no tenía razones para quitarse la vida. «Estaba tranquilo» e incluso, dijo, Calva le dio un capítulo de su libro que se titularía ‘El Caníbal Poeta Seductor’.
El pasado mes de octubre mató a su novia, la descuatizó y se la empezó a comer. En medio del festín la policía irrumpió en su casa en busca de su pareja y, asustado, intentó huir por la ventana pero cayó herido a la calle y fue detenido. A pesar de que había restos de su novia en la sartén, en un plato y en el tenedor, él asegura que la mató pero que no es un caníbal. Dice que sólo es poeta, novelista y dramaturgo.
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