Un mes después de que un interno de la prisión de Palma se fugara durante un curso de jardinería, otro recluso ha vuelto a aprovechar la misma oportunidad para escapar.
José Luis Siles Marín, de 35 años, es un recluso del módulo seis del Centro Penitenciario de Palma que accedió al curso de mantenimiento de edificios. Éste se impartía fuera del recinto penitenciario. Alrededor de las doce del mediodía, Siles iba a ser devuelto a la prisión de Palma pero logró escaparse a la carrera, sin mayores complicaciones.
Nuevamente las medidas de seguridad del Centro Penitenciario han vuelto a quedar en evidencia. En primer lugar, la Junta de Tratamiento de la prisión, aprobó el acceso de Siles al curso de mantenimiento de edificios pese a que su historial delictivo no alentaba la confianza suficiente, y en segundo lugar, la seguridad del Centro Penitenciario de Palma no cuenta con la figura del subdirector de seguridad desde hace más de un año.
La cárcel de Palma está sufriendo una serie de irregularidades que podrían responder al hacinamiento de los reclusos
Siles tiene en el centro penitenciario cierta fama de reincidente, ya que sus entradas y salidas de la cárcel palmesana se han convertido en un hecho cotidiano. A tenor de sus antecedentes, la posibilidad de que Siles vuelva a reincidir es muy elevada.
La cárcel de Palma está sufriendo, en los últimos tiempos, una serie de irregularidades que podrían responder al hacinamiento de los reclusos. El aforo máximo de población reclusa con el que fue concebido el Centro Penitenciario de Palma en 1999 alcanzaba los 1.008 internos. En esa fecha sólo albergaba 800 reclusos y 500 funcionarios En cambio, nueve años después, la población reclusa supera los 1.600 internos mientras que el número de funcionarios ha descendido hasta situarse en 440.
