(PD / Agencias).- El delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, ha asegurado este jueves que la investigación de la muerte de Mari Luz Cortés está centrada en la acción del principal acusado, Santiago V.G., y la «supuesta colaboración de la hermana -Rosa V.G.- para deshacerse del cadáver», aunque ha dejado claro que será la autoridad judicial la que deba «determinar» si lo hizo «de forma más o menos consciente».
En declaraciones a Canal Sur Radio, López Garzón ha detallado que el seguimiento policial a Santiago V.G. ha sido permanente, puesto que «a las 24 horas de producirse la tremenda desaparición de Mari Luz se tenía la sensación de que esta persona ya tenía el perfil de ser el presunto agresor y desde ese día no se le perdió la pista».
«Cuando se tomó la decisión de que se iba a detener, entre el Viernes Santo y el Sábado Santo para hacerlo a principios de esta semana, no ha habido que ir a buscarlo ni investigar dónde estaba, sino que se ha ido a esperarlo al sitio al que se sabía que iba a ir, porque estaba perfectamente localizado y la Policía ni un solo día lo perdió en los cerca de 60 días que han pasado», ha precisado el delegado del Gobierno.
Tras subrayar que la detención ha sido posible gracias a una exhaustiva investigación policial en la que «día a día se iban recabando más datos hasta tener la certeza de que era imposible justificar qué hizo esa tarde y dónde estuvo en las horas clave en las que desaparece Mari Luz » el principal acusado, López Garzón ha señalado que ha estado en contacto con la familia de la pequeña «desde el lunes» para informarles sobre la marcha de las investigaciones.
Trasladan a los sospechosos a Huelva
El principal acusado y su hermana han partido a las 8.50 horas desde las dependencias policiales de Cuenca para llegar a la capital onubense, donde pasarán a disposición judicial. Fuentes de la investigación han señalado que en el coche policial que lleva a los dos detenidos también viaja la mujer del presunto asesino, que también fue arrestada ayer, aunque finalmente quedó en libertad con cargos como responsable de encubrimiento del crimen.
Las mismas fuentes han calculado que los detenidos tardarán unas ocho horas en pasar a disposición de la jueza titular del Juzgado número 1 de Huelva que instruye el caso, para el que aún mantiene el secreto de sumario. No obstante, Santiago V.G. ya declaró ante los agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Policía que abordó a la niña por la calle el día que desapareció, que le acompañó por voluntad propia hasta su casa y que cuando subían las escaleras, la menor cayó accidentalmente y murió.
Según su relato, a continuación la condujo a la ría de Huelva sin determinar cómo y la arrojó al agua en un punto que tampoco ha precisado. Por su parte, fuentes de la investigación explicaron que cuando se practicó la autopsia al cuerpo de la niña, los forenses detectaron también la rotura de una costilla, lesión que podría ser resultado de un forcejeo o del intento de inmovilizar a la pequeña.
Un largo historial
El principal sospechoso de la muerte de Mari Luz Cortés tiene antecedentes por pederastia, ya que fue condenado en Sevilla por abusos a su propia hija, la cual, junto a otro hijo de la pareja, pasó a ser custodiada por la Junta de Andalucía. Además, el detenido tenía una orden de alejamiento de una estudiante de un instituto de Gijón con la que ‘chateó’ por Internet durante un tiempo, situación que fue denunciada por la madre de la menor.
Santiago V.G. ya fue detenido en Granada días después de la desaparición de Mari Luz al tratarse del principal sospechoso, aunque fue puesto en libertad ante la falta de indicios que lo inculparan. El arresto del matrimonio se produjo a primera hora de la mañana de ayer en la estación de autobuses de Cuenca al bajar del autobús que los trasladaba desde Pajaroncillo, la pequeña localidad en la que residían desde navidad.
La pequeña Mari Luz Cortés desapareció el pasado 13 de enero en torno a las 17.00 horas en la barriada de El Torrejón de la capital onubense después de abandonar su domicilio para ir a comprar chucherías a un quiosco cercano. Después de 54 días desaparecida, el 7 de marzo un operario de Cepsa vio un cuerpo en la zona de los petroleros del Puerto de Huelva, que posteriormente se comprobó que era el de la menor.
