(PD).- El gerente de Metro, Ildefonso de Matías, ha explicado en la Asamblea que, cuando recibió los vídeos anónimos que mostraban agresiones de vigilantes de seguridad del suburbano a usuarios dudó de que las imágenes recogieran «hechos reales» y pensó que podrían ser «parte de una película».
Ildefonso Matías, que ha comparecido hoy, a petición de IU, en la Comisión de Transportes e Infraestructuras para hablar de este asunto, ha argumentado que por eso no lo denunció a la policía, al no existir tampoco ninguna queja o reclamación por agresiones.
«Al principio ni siquiera fuimos capaces de determinar si realmente se estaban produciendo (las agresiones) o si eran parte de una película», ha reconocido el gerente de Metro.
El portavoz de IU en la Comisión, Fausto Fernández, ha pedido su «dimisión», por considerar que «no denunciar estas agresiones no es un error, sino convertirse en cómplice de un delito».
El gerente ha defendido que el gasto en seguridad en el suburbano ha aumentado de 5,7 millones de euros a 90 millones en 2008, y que existe una «tendencia a la baja» en los robos y agresiones.
Ha asegurado que, desde 2004, Metro ha puesto a disposición policial a más de 21.000 personas -de ellas 5.600 en 2007-, gracias a las grabaciones de las 4.300 cámaras de videovigilancia que tiene.
«Son una minoría»
Además, ha insistido en que las agresiones de los vigilantes de seguridad a los usuarios son «hechos aislados» y ha afirmado que estos vigilantes son «una minoría que no representa en absoluto el comportamiento general de los trabajadores de las empresas de seguridad que colaboran con Metro».
