(PD).- El consumo de cannabis entre la población de 14 a 18 años de Catalunya ha cambiado de tendencia y ha empezado a descender por primera vez en los últimos diez años, según datos de 2006, pese a que todavía el 25,5% de los estudiantes de esta edad admite haber probado esta droga en los últimos 30 días. Por el contrario, uno de los consumos que más sube es el de los tranquilizantes sin prescripción médica, que ha pasado del 2,7% en 2004 al 3,5% en el 2006.
Este es uno de los datos que destaca del último estudio sobre la evolución de la prevalencia del consumo de drogas en Catalunya, recogido en el Libro Blanco de la Prevención de drogas y problemas asociados elaborado por el departamento de Salut con la colaboración de unos 300 profesionales. Según la última encuesta a la población escolar catalana, que data del 2006, un 25,5% de los adolescentes de entre 14 y 18 años aseguraron que habían probado el cannabis alguna vez en los últimos 30 días, proporción que es unos cinco puntos inferior a la registrada en 2004 (30,4%).
Desde 1994, el porcentaje de adolescentes que admitían haber probado esta droga no dejaba de crecer, de manera que en ese año el 17,1% afirmó haber tomado cannabis, frente al 21,5% en 1996, el 22,1% en 1998, el 22,3% en el 2000, y el 28,8% en el 2002.
El director general de Salut Pública, Antoni Plasència, ha expresado en conferencia de prensa su satisfacción por «el freno» en el consumo de esta droga, que ha atribuido al éxito de las campañas de sensibilización sobre sus riegos para la salud, pese a llamar a la prudencia ya que estos datos deben confirmarse con estadísticas más a largo plazo.
Plasència se ha mostrado preocupado, sin embargo, por los niveles de consumo de tabaco y alcohol entre los escolares, en especial de este último, que ha calificado de «nuestra asignatura pendiente».
El estudio de la evolución en el consumo de drogas apunta que el 30,9% de los escolares encuestados en 2006 había fumado tabaco alguna vez en el último mes, mientras que el porcentaje es del 62,2% en relación con el alcohol.
Mientras que el consumo de tabaco en esta franja de edad va a la baja, el de alcohol continúa subiendo ya que en el año 2004 eran el 60,6% los que admitían que habían ingerido bebidas alcohólicas en los últimos 30 días.
Respecto a la cocaína, el consumo de esta droga, que se había incrementado en los últimos años, también ha descendido y ha pasado del 3,4% al 2,6%.
La consellera de Salut, Marina Geli, se ha mostrado optimista también respecto a la «estabilización» del consumo de esta droga entre los jóvenes escolares ante la dificultad que existe para sensibilizar, a su juicio, respecto a un hábito que suele ser de fin de semana y no diario, «por lo que se retrasa mucho la percepción del riesgo».
El Libro Blanco de la Prevención recoge un análisis sobre la situación del consumo de drogas en Catalunya y los últimos avances en las prácticas preventivas, al tiempo que describe los objetivos y las líneas estratégicas en prevención propuestas por el departamento que dirige Marina Geli.
Entre las líneas estratégicas de prevención, destacan la continuidad de las políticas de protección y control como la de restricción de la publicidad y los controles de alcoholemias, así como los programas escolares que buscan despertar el sentido crítico de los alumnos respecto al consumo de drogas, entre otras.
Tras constatar la eficacia de los programas de prevención, Salud se plantea reforzar las acciones destinadas a este fin tanto en el ámbito escolar como en el de la familia y los servicios de salud y ocio.
