Ginés a la dueña de un bar: «Aquí el que mando soy yo, ni el Ayuntamiento ni nadie»

Ginés a la dueña de un bar: "Aquí el que mando soy yo, ni el Ayuntamiento ni nadie"

(PD).-«Aquí el que mando soy yo, ni el Ayuntamiento ni nadie». El cabecilla de la supuesta trama corrupta de la Policía Local de Coslada, Ginés Jiménez, esgrimía este tipo de expresiones para someter, a punto de pistola y bajo el amparo de su condición de oficial jefe, a los propietarios de los comercios que atemorizaba y extorsionaba en el municipio.

El quinto tomo del sumario de la supuesta red mafiosa, entregado a las partes, destapa el abuso de poder de Ginés sobre los dueños de locales y bares de Coslada, a quienes acosaba con varias medidas de presión, como inspecciones diarias, levantamientos arbitrarios de actas o controles de alcoholemia frente a los establecimientos. Ginés extendía sus fechorías a las meretrices de Coslada y Vicálvaro, quienes ejercían la prostitución en una situación de «auténtica explotación personal, profesional y económica».

Una propietaria de un bar denunció a Jiménez por las prácticas abusivas a las que le sometía, detallando a la Policía «las humillaciones, vejaciones, coacciones y amenazas» vertidas por su extorsionador. En una ocasión, Ginés le colocó una pistola en la sien y le espetó: «O dejas el bar o te mato». El oficial jefe iba acompañado de Felipe G.L., uno de los líderes de ‘El Bloque’. A raíz de esta denuncia, la Fiscalía de Área de Alcalá inició un procedimiento contra Ginés, al que se sumaron nueve testimonios similares.

Ginés era un asiduo en los clubs de alterne de Coslada y de otros municipios de la región. Una de las intervenciones telefónicas recoge comó ‘El Jefe’, como así le llaman los hombres de ‘El Bloque’, le pregunta a su interlocutor por «lo de las vírgenes», en referencia a su interés por mantener contactos sexuales con jóvenes primerizas.

DISTRIBUIDOR DE DROGAS

Según las diligencias, el ‘sheriff’ aprovechaba su cargo de oficial jefe del Cuerpo para obtener «favores sexuales» de las meretrices «sin contraprestación a cambio», «explotar comercios en su propio beneficio, consumir y distribuir sustancias estupefacientes y apropiarse de efectos intervenidos, entre otros hechos delictivos».

Las pesquisas dirigidas por el grupo XVI de la Brigada de Policía Judicial pusieron de manifiesto indicios que apuntan a «comportamientos arbitrarios y abusivos por parte de Ginés en lo que respecta al régimen de apertura de establecimientos de ocio en Coslada», desarrollados de manera «individual, instrumentalizando para su ejecución recursos humanos y materiales del Cuerpo de la Policía Local».

Ginés actuaba con el apoyo «puntual» de algunos miembros de ‘El Bloque’, un grupo «jerarquizado» que servía para «la promoción en la comisión de distintos tipos delictivos de cáracter penal. Los pilares eran el ‘número dos’ de la trama, Carlos M.G., Fernando J.M., Felipe G.L. y Mario F.N. Los dos primeros colaboraban con Ginés en las tareas de extorsionar a los comercios y distribuir drogas.

«AMENAZAS A PROSTITUTAS

Las escuchas telefónicas a Fernando reflejan cómo los de ‘El Bloque’ obtenían gratis favores sexuales de las prostitutas. «Fernando habla con Isi –otro agente– al cual le cuenta que Isma no sabía la historia esa y creía que había que pagar y cuando le cuenta que es gratis, se queda loco y ahora le lleva a la carretera de Vicálvaro», recoge el sumario.

En otra llamada, Fernando habla con Isi y le comenta que «estuvo cenando en el Donostiarra y que luego se fue con una tal Inma al Angelo», uno de los locales de alterne. «Isi le comenta que estuvieron en la casa de Inma con unas prostitutas y que a una de las putas se le rompió el condón que tuvieron que llevar a la puta al control médico. Isi afirma que la dijo que la iba a pegar dos tiros y que la quería quitar el dinero, pero Inma no le dejó».

Respaldados por su uniforme policial, los agentes de ‘El Bloque’ extorsionaban a las prostitutas rumanas que ejercían en el polígono de Vicálvaro. Según las investigaciones, la ‘mano derecha’ de Ginés protegía a sus proxenetas, que cumplen también prisión preventiva. Catalin era el cabecilla de la mafia de prostitución, contando con la ayuda de los hermanos Iount y Francisc.

En una conversación, Francisc le comenta a un hombre un encontronazo verbal y físico con una prostituta de Coslada. «Se enfrentó a …, con amenazas de todo tipo, detallando cómo gritaba, temblando y llorando, que no le pegara, llegando a afirmar: Le dije ¡sube!, ¡por todos los muertos!. Entra en casa… ¿Cómo te atreves a comentar y responder que haces lo que quieres? ¡Te mato, te tiro por la ventana!. ¡Como te atreves una vez más a contradecirme y no hacer lo que yo te diga! ¡Te voy a cortar en trozos!».

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Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

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