Cinco nuevas muertes por ahogamiento en menos de 24 horas

(PD).- El agua sigue este verano cobrándose víctimas con una regularidad escalofriante. En las últimas 24 horas se sumaron cinco nuevos muertos a la ya larguísima lista de fallecidos por ahogamiento.

En la noche del jueves aparecía en la Playa de Riazor de La Coruña, a la altura del escenario que alberga el festival de música Noroeste Pop Rock, el cadáver de una mujer de unos 40 años.

Cuenta J.A. Madrid en ABC que, hacia las once de la mañana, unos paseantes alertaron a la Policía Nacional de que un cuerpo flotaba boca abajo en el mar, muy cerca de la arena de la playa. Este es el segundo ahogamiento que se produce esta semana en la zona, donde el pasado domingo otro hombre murió en parecidas circunstancias.

Otro varón, también de unos 50 años, moría ahogado ayer en la playa marbellí de Cabopino. Todo apunta a que el hombre a un corte de digestión. Su cuerpo fue localizado por unos bañistas en la orilla.

En cualquier caso, los sucesos más tristes tuvieron como protagonistas de la tragedia a tres niños. En Orihuela perdió la vida un muchacho de 11 años.

El niño se ahogó en una balsa de riego situada en la partida Virgen del Camino, en el barrio Lonalla Sagrado Corazón del municipio alicantino. Las fuentes consultadas aseguran que se tiró al agua para intentar rescatar a su hermano de nueve años, que consiguió salvar su vida tras la intervención del padre.

Atrapado en el lodo
Los hechos se produjeron sobre las nueve y media de la noche del jueves, cuando los dos pequeños se encontraban jugando cerca de la balsa de riego. Por causas aún desconocidas, el más pequeño cayó en el agua, con lo que su hermano se lanzó a socorrerle, pero fue incapaz de salir.

Al lugar acudió momentos después el padre, que consiguió salvar al menor, aunque no pudo hacer nada por recuperar el cuerpo del mayor. Las fuerzas de seguridad y los efectivos de bomberos pusieron en marcha un dispositivo de búsqueda, que permitió localizar finalmente el cuerpo sin vida del niño, atrapado en el fango del fondo de la charca, al filo la medianoche.

La balsa, de 15 metros de largo por 15 de ancho y cuatro metros de profundidad, se encuentra en una parcela cercana, vallada y cerrada situada a menos de 500 metros de la casa de los abuelos con los que los pequeños, vecinos de la localidad de Cox, pasaban unos días ya que la casa familiar estaba siendo reformada. Sin embargo, algunos testigos aseguran que en el alambrado existe un hueco que fue por donde se debieron colar los muchachos, que tenían terminantemente prohibido acercarse a la balsa.

Al lanzarse el hermano mayor al agua fue incapaz de mantenerse a flote y se hundió mientras que el menor quedaba flotando boca abajo en la superficie. En ese momento, el padre regresó del trabajo y se enteró de que los niños estaban jugando cerca de la balsa, por lo que se aproximó al lugar para llevarlos a casa. Cuando llegó vio a su hijo pequeño inerte en el agua; se lanzó, lo sacó y le practicó los primeros auxilios, logrando su reanimación. A continuación, volvió a sumergirse para rescatar a su otro hijo, pero no logró localizarlo.

El cuarto fallecido es también un niño que había desaparecido en el río Segre a su paso por Lérida y que fue encontrado muerto por los submarinistas de los Bomberos de la Generalitat.

Al parecer, el menor se bañaba con unos amigos cerca de las compuertas que hay en la ciudad, cuando por causas que se desconocen el pequeño desapareció.

Finalmente, otro menor, de 7 años, perdió la vida en la piscina de un campamento contratado en el término madrileño de San Martín de Valdeiglesias.

Pese a que el socorrista que vigilaba la instalación acuática le practicó los primeros auxilios, ni él ni los facultativos del SUMMA desplazados al lugar pudieron salvarle la vida. La Guardia Civil investiga las circunstancias y causas del ahogamiento del niño.

VÍA ABC

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Lo más leído