(PD).- El día 20 de agosto, día en que se produjo el terrible accidente del avión de Spanair, tanto los pilotos de la compañía como los mecánicos de la misma estaban en huelga de celo. En una fecha próxima, desde luego antes de terminar el presente mes de septiembre, se conocerá el resultado parcial de las investigaciones realizadas por la comisión instaurada al efecto.
Los nuevos datos engrosan la impresión de que los fallos humanos tuvieron una importancia decisiva en el desencadenamiento del accidente. Ahora se puede añadir que la avería detectada en principio estaba centrada en el sistema de calefacción, según informa lanacion.es.
Sin embargo, fuentes de todo crédito relacionadas con la investigación y el mantenimiento aseguran que el fallo principal estaba en el sensor que informa si una aeronave está en tierra o en el aire. Asimismo, no es posible asegurar que este fallo tuviera algo que ver con el hecho ya irrebatible de que el avión no desplegara sus flaps, que ayudan inequívocamente a tomar altura.
La pregunta que en este momento se plantean los investigadores es pues ésta: ¿fue un fallo humano el que impidió el despliegue de los flaps, o fue, como hoy revelamos, un error del sensor que indica si el avión sigue en tierra o se ha elevado ya el culpable directo del accidente? En pocos días tendremos muy probablemente una respuesta a esta interrogante clave.
